Capítulo 6

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Para Milton la biblioteca, aparte de ser uno de sus lugares favoritos de EAH, siempre había sido de gran ayuda para consultar todo lo que no entendía. Sin embargo, el día de hoy no sirvió para nada leer y leer frases, párrafos, páginas, capítulos enteros... No había encontrado en sus lecturas algo parecido a un cambio físico de edad como el de él en ningún lado. Estaba molesto, no parecía que volver a su aspecto que correspondía a su edad, fuera rápido y sencillo. Él no encontraba nada y su hermano o Baba Yaga tampoco porque si no le habrían llamado ya o dado al menos una noticia de haber descubierto algo de utilidad.

Dio un suspiro de cansancio cerrando el libro que acababa de terminar y miró hacia la pila de libros que había desechado y la otra que eran los que le faltaban revisar de los que había cogido antes. Sabía que ninguno tendría algo que pudiera explicar lo que le había pasado, pero aun así lo tenía que comprobar por si acaso.

"¿Por qué no te tomas un descanso de cinco minutos? Llevas tres horas mirando un libro tras otro. Necesitas un descanso, voy a ir a por dos cafés de avellana y uno es para ti" Apple le dijo mientras se levantaba para ir hacia la máquina de cafés.

No necesitaba ningún descanso, porque para Milton parar de leer significaba perder tiempo de conseguir encontrar algo. Pero no quería ofender a Apple White por lo que por un rato considero, que podía descansar y tomarse ese café con ella. Llevaba tres horas perdidas leyendo nada de utilidad para él, así que perder un rato más no iba a afectar en nada a su investigación.

"Gracias ¿Cuánto es? Yo pago el mío" Preguntó cuando regreso.

"Nada, te invito. Considéralo otra vez mis disculpas por lo que hizo Daring ayer, en serio me sentí muy mal porque yo te dije que te sentarás con nosotros y él vino y menuda vergüenza me hizo pasar"

Milton no necesitaba perdonar nada a la princesa rubia, ella solamente había sido muy encantadora y le había invitado a comer con ella para que no estuviera solo en su "primer día" en EAH. No tenía que pedir perdón por la maleducada actitud de su novio de nuevo, no era culpa de Apple. Pero ya con su experiencia con el sexo opuesto sabía que nada les hacía cambiar de opinión, por lo que decidió cambiar de tema, porque este para Milton estaba olvidado ya.

"La riqueza de las naciones de Adam Smith" Leyó en voz alta el título del libro que había estado leyendo delante de él, después de terminar un trabajo de princesología diría, sobre cuidado de la piel y la belleza.

"No me pega estar leyendo esto en vez de no sé, novelas románticas, ¿verdad?" Comentó Apple divertida al ver su expresión de desconcierto.

"Admito que tu lectura es una interesante elección" Ciertamente Milton no había esperado ver ese libro como su lectura personal, como había dicho ella, le pegaba más otro tipo de géneros.

"No me malinterpretes, yo soy una romántica y está bien un libro de romance de vez en cuando, pero saber sobre cómo mejorar la economía de un país o cómo va la bolsa me encanta mucho más. Me parecen mucho más útiles para el futuro y más interesantes, qué cómo se enamoraron una chica y un chico ficticios y que nunca me pasará. Lo siento, soy más que otra bonita princesa en otro bonito vestido como sé que me ven" Apple bromeaba de la opinión que sabía que generalmente había sobre ella, aunque a veces también llegaba a pensar que realmente era así de simple como los demás la veían, una princesa de adorno más.

Las palabras de la royal le sorprendieron, Milton desde que la había conocido cuando entró a secundaria nunca la había visto como se había descrito ella. "A mí nunca me has parecido eso únicamente, quiero decir, eres mucho más que una princesa bonita ¿lo sabes verdad?"

Apple no pudo evitar sonreír ante su halago, quería recordar aquellas palabras de Milo cuando de nuevo le hicieran sentir que solo valía para tener una cara bonita. Porque a veces en su castillo, en su familia, con su pareja, en el reino, creía que sonreír ante los demás era solamente para lo que servía. "A veces me hacen sentir que solo sirvo para ser guapa y de revista"

𝙳𝚒𝚎𝚌𝚒𝚜𝚒𝚎𝚝𝚎 𝚊ñ𝚘𝚜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora