𝒄𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒕𝒓𝒆𝒄𝒆

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Convertirse en fugitivo es una forma desalentadora e incómoda de vivir y sin duda alguna; Gilbert, Terry, Violet y Sunny estaban por descubrirlo, y no solo ellos, gracias al Diario Punctilio ahora todo el grupo ─a excepción de Ruby, claro─ eran pe...

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Convertirse en fugitivo es una forma desalentadora e incómoda de vivir y sin duda alguna; Gilbert, Terry, Violet y Sunny estaban por descubrirlo, y no solo ellos, gracias al Diario Punctilio ahora todo el grupo ─a excepción de Ruby, claro─ eran perseguidos como cómplices del osado escape de los asesinos de Jaques Snicket, alías, el Conde Olaf.

Y eso solo empeoraría ya que el camión de bomberos se quedó sin una sola gota de gasolina en medio de la nada. Al menos, a unos cuantos metros de distancia, se podía observar una chueca edificación que podría ser la salvación de los niños.

O la perdición.

─Tienda la última oportunidad. Es un nombre ominoso. ─comentó Jacob mientras el resto de los niños se quedaban parados a sus lados

─Podría significar que es el único edificio en kilómetros. ─sugirió Violet, que se dedicaba a mirar los alrededores.

─Bueno... una última oportunidad es mejor que ninguna oportunidad. ─aseguró Gilbert antes de hacer una pequeña mueca al notar que parecía estar a punto de derrumbarse aquel edificio frente a él.

─Bien, veamos que encontramos. ─dijo Miles, comenzando a caminar hacia el edificio antes de ser seguido por el resto de los niños.

─No hay gasolina. ─informó Rox al ver el letrero en las tomas de gasolina de afuera del edificio.

─El teléfono no tiene tono. ─agregó Blue mientras colgaba el teléfono público en su lugar.

─No hay suerte. ─balbuceó Sunny señalando una máquina de fortuna.

─En pocas palabras, somos fugitivos y estamos a nada de morir en un camino polviento. ─declaró Terry antes de patear una pequeña roca.

─No creo que sea una buena idea entrar. ─afirmó Klaus mientras tomaba una copia del Diario Punctilio.

"Niños asesinos y cómplices fugitivos"

─¿Por qué lo dices? ─preguntó Jacob mientras se acercaba a Klaus para poder leer el titular.

─Ahora todos somos fugitivos y nuestras fotos están en el periódico. ─informó Klaus, logrando sacarles a Violet, Gilbert y Miles pequeños suspiros. ─Si alguien ahí dentro leyó el periódico, sabrá quienes somos.

─Si seguimos deambulando por el interior a la intemperie, moriremos de sed. ─aseguró Blue antes de tomar el periódico de entre las manos de Klaus.

─O por el Conde Olaf. ─puntualizó Terry.

─La tienda tiene telégrafo, podemos entrar y enviar un telegrama. ─sugirió Rox y ante la afirmativa del resto de los niños, el extenso grupo de infantes se dispuso a entrar a la tienda.

𝐀𝐋𝐓𝐄𝐑𝐍𝐀𝐓𝐈𝐕𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora