Esta historia será desde la segunda temporada de la famosa serie "una serie de eventos desafortunados" en adelante.
Un error de su padre, una niña de papá, un bebé que apenas habla, un peliblanco ingenioso, una chica intuitiva, una chica con predicc...
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(On the mind of Klaus Baudelaire)
Verano de 1933, Baudelaire Manor.
Klaus, Violet y Sunny se paseaban por los grandes jardines de su casa probando el último invento de Violet, una sombrilla que podía moverse a la par de ellos para taparlos del sol o la lluvia, simplemente leyendo los movimientos y la temperatura corporal de Violet y sus hermanos. Era una completa idea revolucionaria que a los niños les serviría siempre que quisieran salir a playa salada.
─Debo admitir que este ha sido uno de tus mejores inventos, Violet. ─admitió Klaus haciendo que su hermana mayor sonriera en su dirección con esa dulzura que siempre la había caracterizado, y ante los ojos de Klaus y Sunny, era similar a su mamá cuando intentaba hacerlos sentir mejor.
─Concuerdo. ─balbuceó una pequeña Sunny de no más de 5 meses de nacida, su pequeño balbuceo solo hizo que la sonrisa de Violet se ensanchara, pero al momento de que ella y sus hermanos se detuvieron a sentarse en una banca cercana para que la pequeña inventora pudiera arreglar el soporte de la sombrilla, esta notó que había olvidado algunas herramientas.
─Olvidé la llave inglesa y tengo que ajustar el soporte para que no se mueva. ─murmuró Violet haciendo una pequeña mueca antes de voltear a ver a su hermano. ─Klaus, ¿podrías ir por ella? Está en el estudio.
─Por supuesto. ─afirmó el de lentes antes de levantarse e ir directo a la casa por lo que la había pedido su hermana.
A decir verdad, los tres hermanos Baudelaire siempre habían creído que si bien, no tenían una vida perfecta, no podían pedir más de lo que ya tenían. Jamás habían presenciado algún problema entre sus padres, mantenían una buena relación con sus padres, tenían un lindo lugar para vivir y siempre habían vivido dentro del seno familiar y de protección que sus padres les brindaban.
Pero las cosas no siempre son lo que parecen.
Mientras que Klaus se dirigía al estudio que compartía con su hermana mayor en busca de las herramientas de esta misma, logró escuchar que sus padres mantenían una conversación en el despacho de su padre, el cual se encontraba al otro lado del pasillo y dado a que se encontraba a una buena distancia de aquel lugar como para lograr distinguir las voces de sus padres, la curiosidad lo inundó y decidió acercarse a escuchar la conversación de los mayores. Pero deseó nunca haberlo hecho.
─¡Me mentiste todo este tiempo, Beatrice! ¡Todos estos años los has pasado viéndolo a mis espaldas! ¡¿No es así?! ─Klaus ante dichas palabras de su papá, frunció el ceño con bastante confusión. ¿A quién había estado viendo su madre que tenía tan molesto a su papá? Inmediatamente Klaus logró saber que algo no iba bien en aquella conversación, y eso solo logró aumentar más su curiosidad.
