22: DIMITRI

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KIAN

Todos estamos cansados llevamos tres horas en esta lucha, la mayoría de la gente de Wellington se ha muerto, llego hasta el sótano donde se encuentra el maldito.

- Estabas tardando -dice levantándose de un pequeño asiento, bota el porro.

- Mientras miles de tus hombres se mueren tu estás aquí -digo- Tu no luchas, tú eres un cobarde.

- Pero no estoy solo -dice y salen hombres detrás de los muebles.

Sonrío al ver la marca que tienen. La Águila que representa mi mafia.

- Tu estas solo -digo y todos lo apuntan con sus armas.

- P-pero q-ue... me traicionaron -dice y busca su arma.

Un hombre le tira el arma a sus pies.

- malditos, eran unos impostores-dice Wellington y se abalanza hasta mi.

Pero antes que pueda hacer algo, lo mato, una bala en su frente y otra en su corazón, por si las dudas.

- Muerto el perro, muerto las pulgas -digo

- ¡señor! Dimitri está herido -dice un hombre llegando y eso hace que mi mundo se baje.

•••

- La cirugía salió perfecta, después de 10 horas el señor Dimitri se encuentra estable -dice el doctor- ¿le puedo pedir un favor?

- Si -digo

- No mate a mi familia -dice y sonrío

- Cumplió con su trabajo, aparte sólo lo mataría a usted, su esposa e hijos quedaban salvos, no me meto con niños y su esposa debería de cuidarlos si usted se llega a morir.

Salgo de la oficina antes que diga algo, me encamino hasta la habitación de Dimitri, donde lo encuentro acostado y con un montón de cables alrededor de él.

- No sabría que hacer si te llegas a morir hermano mío -digo en susurro

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Corto, pero se hace desear.

Aquí estuvo Ale

LAS BALAS DEL AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora