Aemond caminaba de regreso al castillo luego de dejar a Vaghar en la orilla de la playa, se encontraba regresando de una misión en Marcaderiva y como siempre había tenido éxito.
Su viaje se alargo un par de días más debido a que visito a su querida Alys en Harrenhall, esa mujer se había convertido en parte importante de su vida y desde luego sabía que ella no era la mujer que sus padres deseaban ver a su lado pero se esforzaría por hacer que la aceptarán, Alys rivers a pesar de ser considerada bastarda era una chica excepcional y desde luego la única que despertaba en el ese instinto de protección y amor que no había tenido con ninguna otra.
Aemond sonrió al recordar su encuentro con su amada y suspiró mientras seguía su camino, camino que fue detenido cuando una dulce voz llegó a sus oídos.
El príncipe busco con la mirada a la persona cuya hermosa voz pertenecia pero no podía encontrarla, Aemond solo se dejó guiar por sus pies hasta que llegó a uno de los jardines donde pudo ver a una hermosa joven de cabellos tan negros como la noche que cantaba una melodía en Valiryo.
La joven danzaba de un lado a otro mientras iba cortando flores y las colocaba en una canasta, Aemond sonrió ante la tierna imagen que sus ojos presenciaban, se adentro lentamente en aquel jardín sin hacer ruido y se sento en una de las bancas que estaban a unos pasos de la joven que parecía muy concentrada en su labor sin nisiquiera notar la presencia del plateado tras ella.
Finalmente la melodía terminó y la jovencita se disponía a dejar unas últimas rosas en su canasta mismas que cayeron cuando al voltear sus ojos se abrieron a más no poder y pego un ligero brinco al notar al joven príncipe observándola con una boba sonrisa en su rostro para finlmente aplaudirle mientras se ponía de pie y avanzaba hacia ella para recoger las flores y entregárselas pero sin despegar su mirada de la suya.
-- Mi príncipe-- Dijo la joven mientras tomaba las rosas y hacia una leve reverencia--
-- Mi Lady -- respondió Aemond mientras con una de sus manos levantaba la barbilla de la joven que tenia las mejillas teñidas de un carmin intenso--
-- Disculpe si lo he molestado con mi canto, usualmente este jardín siempre está solo y yo-- Aemond negó mientras seguía observando a la joven--
-- Canta muy hermoso a decir verdad-- Respondió mientras soltaba la barbilla de la joven-- ¿Cual es su nombre? --
-- Hannya, Hannya Strong mi príncipe-- Dijo la joven y Aemond sonrio --
-- Strong... así que tu eres la hermana de Jacaerys y Lucerys ¿Verdad? --
-- Así es mi príncipe--
-- Ahora entiendo a lo que tus hermanos se refieren cuando dicen que eres muy hermosa, no habiamos tenido el gusto de conocernos aunque tu ya sabes quien soy ¿No es así? --
-- Todos en el reino saben quien es usted mi príncipe-- respondió la joven--
-- Es así ¿ya terminaste de recoger tus flores ? --pregunto y la joven asintió-- ¿Me permites acompañarte? Supongo que vas al palacio a dejarlas--
-- Si siempre las llevo para que sean colocadas en el palacio--
-- Ahora entiendo por qué siempre luce tan hermoso y alegre, finalmente he descubierto a la persona detrás de tan bonito detalle, ¿Entonces, me permite acompañarla Mi Lady Strong? --
-- Claro que si mi príncipe-- respondio la joven mientras se disponía a tomar su canasta pero esta fue tomada por Aemond al mismo tiempo haciendo que sus manos se tocaran un momento--
-- Permiteme llevarla -- Dijo Aemond mientras tomaba la canasta y ofrecía su brazo a la joven que dudo un momento en tomarlo pero finalmente accedió--
Los jóvenes caminaban de regreso mientras mantenían una amena charla, todos los que los veían pasar los miraban con una sonrisa en el rostro mientras saludaban a la alegre joven y hacían una reverencia a Aemond que noto que la chica a su lado era muy querida por todos.
Definitivamente Hannya era una muchacha que inspiraba confianza y todo de ella hacia querer protegerla y mimarla, entonces Aemond recordó a Jacaerys y Lucerys hablar con tanto amor de su hermana que comprendió que no exageraban cuando decían todo aquello de ella, los jóvenes Strong eran sus mejores amigos pero nunca había visto a la pequeña Strong ya que siempre se la pasaba de un lugar a otro además los hermanos Strong se negaron rotundamente a presentarsela formalmente.
Cuando finalmente llegaron Aemond pudo ver a Aegon que parecia ir apurado y puso una mirada indescifrable al verlo junto a la joven.
-- Hermano -- Dijo Aemond mientras Aegon pasaba su mirada de el a la chica que se solto del brazo del plateado mayor--
-- Aemond-- respondió el menor mientras se acercaba a el para abrazarlo-- Bienvenido -- Dijo mientras ahora miraba a la joven-- Hoy no me esperaste Hannya--
-- ¿Se conocen? -- pregunto Aemond--
-- Si --Respondió Aegon mientras sonreía al ver a la joven--
-- Ya veo -- respondió con algo de desagrado el mayor-- Bien debo irme, supongo que los reyes mes esperan -- Hablo mientras veía a Hannya-- Un gusto conocerla mi Lady Strong -- Dijo para tomar la mano de la joven y dejar un beso en sus nudillos-- Espero verte de nuevo -- Se despidió mientras su mirada ahora caía en su hermano que lo miraba con semblante serio--
Cuando Aemond finalmente se fue Aegon miró a Hannya que tenía una sonrisa en su rostro.
-- Creí que no ibas a caer por el-- Dijo--
-- Trate pero fue imposible, Aegon por primera vez tu hermano me noto -- Respondió con entusiasmo la joven--
-- Ay Hannya se nota que no conoces a mi hermano, creí que eras más inteligente y no como las otras chicas que solo se dejan llevar por los falsos encantos de Aemond -- soltó Aegon para darse media vuelta e irse dejando a la joven con un semblante triste--
Hannya vio como Aegon se alejo y por un momento reaccióno conocía de sobra la fama del príncipe mayor y aunque le agrado finalmente acercarse a él, sabía que no debía pues todos en el reino hablaban del amorío que existía entre el y Alys rivers mismo amorío que le provocó algunas lágrimas ya que con eso supo que no tenía oportunidad con el joven...
CONTINUARÁ...
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BROKEN LIFE [con AEGON & AEMOND TARGARYEN]
Fanfiction"La mujer que se case conmigo tendrá que acostumbrarse a vivir bajo mi sombra" --Dijo con arrogancia el peliplateado mientras soltaba una risita y su hermano rodaba los ojos-- Quien diría que el que terminó viviendo bajo la sombra de su pareja serí...