Capítulo 8

548 54 2
                                    

Hannya se encontraba en uno de los jardines cortando rosas rojas, habían pasado varios días desde aquel peculiar incidente nocturno y a decir verdad no tenia ni la más remota idea de lo que paso, solo recuerda haber tomado un vaso de leche tibia y acostarse para luego despertar en aquel risco a lado de Aemond que parecía asustado.

Desde ese día había estado recibiendo las visitas de los reyes y en dos ocasiones la de Aemond pero a decir verdad no se sentía cómoda con el ya que le recordaba un poco a su Aegon.

Aemond entro al jardín y vio a hannya tan concentrada con las rosas que solo se sento a observarla, lucia igual que aquella vez en la que la conoció solo que ahora no cantaba ni parecía entusiasmada, su sonrisa tampoco había aparecido, sus vestidos y listones de cabello eran solo negros y ya casi no hablaba.

-- ¿Las llevaras al castillo? -- pregunto y solo hasta ese momento Hannya lo noto y asintió pero ninguna palabra salio de su boca-- Tus hermanos dicen que ya casi no hablas ¿Estas bien? -- pero el mismo silencio nuevamente se hizo presente-- Se que lo extrañas, yo también lo hago, Aegon era el mejor hermano que pude tener, era alguien maravilloso--

-- Lo es -- Se limito a contestar--

-- Hannya, se que tu y el eran muy cercanos pero debes seguir adelante, Aegon seria feliz de verte continuar con tu vida, mereces ser feliz -- Dijo el plateado pero no tuvo repuesta--

La pelinegra tomó su canasta y se disponía a irse pero Aemond la tomó del brazo y la detuvo, ella solo lo miro pero no dijo nada.

-- Hannya -- Ella no respondió-- ¿Me permites acompañarte? --pregunto, pero la chica solo suspiro y asintió-- Sabes, tienes una voz muy bonita, antes cantabas por todos lados y me gustaba escucharte ¿Algún día podré volver a escucharte cantar?--

-- Todos están de luto, no es momento de cantar--

--Lo se, pero ya casi se cumple un año, el era alegre y se que no le gustaría ver a todos tristes, Aegon era felicidad, ¿No crees que estaría muy decepcionado que lo recuerden con tristeza? --

-- Tal vez -- Se limito a decir la joven--

Durante el trayecto aemond le hacia preguntas o le contaba ciertas cosas pero ella solo asentía o negaba, cuando llegaron al castillo se limito a hacer una reverencia e irse pero en su camino el listón que llevaba en el cabello se le cayo y el plateado lo tomó, el aroma que emanaba era delicioso, el joven lo enredo en su muñeca y se fue con una ligera sonrisa en su rostro.

Luego de haber encontrado a Alys con aquel hombre ya no la había buscado y por primera vez sentía que debía hacer las cosas bien, sus padres ya no tocaban el tema de la boda debido a su luto pero sabía que tarde o temprano debía hacerlo así que decidió que por lo menos debía darles una alegría luego de tanto sufrimiento.

Los días pasaban y luego de mucho pensarlo Aemond tomo una decisión, Hannya era la persona indicada para el, en parte sentía remordimiento por que sabía que Aegon amó a la joven pero el ya no estaba, Hannya estaba devastada ante su pérdida pero el la ayudaría a salir adelante aunque tal vez más el mismo sería el encargado de llevarla de vuelta a ese oscuro mundo...

Los días se hicieron semanas, las semanas meses y finalmente se cumplió un año de la tragica pérdida, se llevó a cabo un memorial emotivo pero finalmente todos parecian seguir con su vidas normales, el luto seguía pero ya no de la misma forma, Aemond como siempre hacia su mejor intento por hacer que Hannya hablara un poco más y poco a poco lo iba logrando.

La joven incluso se había sonrojado cuando vio su listón en la muñeca del príncipe, cada día el se encargaba de acompañarla aunque fuera en contra de su voluntad, le platicaba su día, como se sentía o simplemente cosas sin importancia poco a poco ella también le contaba algunas cosas.

Jacaerys no estaba muy contento con la cercanía pero gracias a eso su hermanita parecía ir recobrando poco a poco su vida y felicidad, Lucerys como siempre se mantenía al margen de la situación pero se mantenía alerta, Harwing era el más preocupado pero se sentía tranquilo cuando su hija le decía que todo estaba bien e incluso le platicaba algunas cosas sobre el príncipe.

La cercanía de ambos jóvenes se fue dando a notar más y más tanto que los rumores comenzaron a hacer eco, todos conocían a Hannya y se alegraban de que ella fuera su futura reina aunque nada se confirmaba todavía, los reyes estaban felices de ver el cambio en su hijo pero más aún porque el no hacía más que hablar de la joven Strong y lo maravillosa que era.

Aemond hacia su mejor esfuerzo por ganarse la confianza de Hannya y parecía lograrlo cada vez más, le regalaba flores,le llevaba algún dulce e incluso le regalo un aque otra joya desde luego la joven se negaba a aceptar algo tan valioso pero el se las ingeniaba para hacérselas llegar aunque siempre le eran devueltas, si fuera Alys esta ya las estaría luciendo y presumiendo a su antojo.

Algunas ocasiones Aemond solia compararlas y se daba cuenta que Hannya era muy distinta no sólo de Alys si no también de todas las chicas de casas nobles, ella no quería ni exigía lujos como Cersie Lannister, no gastaba oro o humillaba a los demás como Cassandra Baratheon ni mucho menos era una superficial o avara como Katherine Tully, Hannya era muy diferente a esas chicas incluso estaba muy por encima de Alys.

Le costó admitirlo pero se estaba encariñando con Hannya, ella tenía algo que lo hacía caer y sin duda daría ese paso.

Regresaban de recoger fruta cuando la canasta en manos de la joven cayó, ambos se apresuraron a recogerla y chocaron sus cabezas, se quejaron de dolor pero empezaron a reír, cuando juntaron cada una de las frutas la joven se sento un momento y aemond se tomó el tiempo de admirarla, con una de sus manos acomodo un rebelde mechón del cabello de la chica y le acarició una mejilla.

-- Te he dicho que eres muy hermosa-- Dijo de la nada y la joven se puso roja--

-- Que cosas dice --

-- Es la verdad, eres muy hermosa, la más hermosa de todos los siete reinos --

-- Basta-- Dijo mientras apartaba la mano de Aemond que seguía en su mejilla pero este la volvió a colocar ahí--

-- Me gusta tu mirada tus ojos tan brillantes y profundos como la belleza de la noche, me encanta tu aroma tan dulce y que me provoca a querer tenerlo conmigo por que me embriaga cada que lo tengo cerca, me gusta tu piel tan calida y suave --Dijo mientras acariciaba con lentitud uno de los brazos de la joven que se erizaba al tacto-- Me gusta tu cabello, tus labios esponjosos y brillantes, labios que me muero por probar, pero lo que más me gusta eres tu, tenerte cerca, sentirte a mi lado y te juro que si me pides el mundo te lo doy -- Dijo mientras se acercaba lentamente a Hannya--

La joven no decía nada pero estaba sumamente sorprendida por las palabras del príncipe, sus respiraciones se mezclaron y cuando hannya se dio cuenta de la cercanía que había entre ellos fue demasiado tarde, Aemond la tomó de la cintura y finalmente la beso, la chica coloco sus manos sobre los hombros del plateado tratando de alejarlo pero este la apego más a el.

El beso era lento y aunque Hannya luchaba por safarse le fue imposible hasta que termino cediendo y solo fue capaz de separarse cuando sintió su espalda recostada sobre el césped.

-- Aemond -- Susurro entre el beso y solo hasta ese momento el príncipe se dio cuenta de la posición en la que estaban y la cara de terror en hannya lo hizo parecer entrar en razón--

-- Lo siento Hannya, yo no --La joven se puso de pie inmediatamente con cara de susto y salió corriendo de ahí -- ¡HANNYA, ESPERA! --grito el plateado mientras tomaba la canasta y salía tras la joven, se dio cuenta del error que había cometido y del peligroso acercamiento que tuvo con la joven--

CONTINUARÁ...

¿Que les está pareciendo la historia?

BROKEN LIFE  [con AEGON & AEMOND TARGARYEN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora