Capítulo 23:

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La madrugada era fría y el viento soplaba ligeramente, tal vez para cualquier chica sería riesgoso salir a altas horas de la noche pero para Hannya ya se había convertido en una rutina, cuando despertó no se le hizo extraño no ver a Aemond a su lado sabía muy bien a donde iba y con quien estaría.

Antes le dolía quedarse sola pero desde que su pequeño hijo nació centro toda su atención en el y lo que hiciera su esposo ya le tenia sin cuidado, se llevaban bien y fingía no saber lo que Aemond hacia para tener un poco de paz, habían sido semanas muy difíciles desde que perdieron a su segundo hijo y aunque todavía le dolía no haberlo salvado sabía que todo pasaba por algo.

La pelinegra fue a aquel lugar que tanto necesitaba visitar, su estancia en la fortaleza roja se había alargado pero no salía de sus aposentos debido a que tenía que guardar reposo y a parte por que no quería encontrarse con Aegon aunque deseaba verlo, abrazarlo y decirle tantas cosas no tenía el valor de verlo a la cara nuevamente.

--¿Tampoco puedes dormir? -- Se escucho a alguien preguntar,Hannya se tenso y no se atrevía a voltear para ver a aquella persona que se acercaba lentamente hacia ella pero lo hizo lentamente y sus miradas se cruzaron -- Estas mas hermosa que la ultima vez que te vi --Dijo con sinceridad--

--Aegon -- Dijo en un susurro y cerro sus ojos cuando el mencionado acaricio una de sus mejillas con lentitud--

-- No sabes cuanto me arrepiento de no haberme quedado contigo aquel dia --Respondio el plateado mientras observaba los ojos llorosos de la joven que tenia entre sus brazos-- Si tan solo te hubiera hecho caso mi amor -- susurro mientras juntaba sus frentes y tomaba el rostro de la joven entre sus manos--

ambos habían comenzado a llorar aun con sus frentes juntas hasta que fue Hannya quien tomo la iniciativa y se aferro al plateado en un abrazo fuerte que fue correspondido de la misma manera.

--Lo siento, lo siento tanto-- Decía la pelinegra entre llantos--

--No fue tu culpa mi amor, tu no sabias que yo aun vivía, tomaste una decisión y aunque no fue la mejor se que lo hiciste por enterrar tu dolor y tratar de seguir, le agradezco a los dioses y a mi hermano que nada malo te haya pasado, aunque me hubiera gustado evitarte tanto sufrimiento-- Dijo Aegon mientras limpiaba las lagrimas del rostro de Hannya-- Tambien lamento tu perdida de hace unas semanas, en parte siento que fue mi culpa --

--No, las medicas dijeron que el bebe no iba a llegar a termino, es mi tercer perdida en más de un año solo que esta vez pensé que lo lograria pero creo que es el castigo de los dioses por haberte fallado-- respondio hannya--

--No mi amor, los dioses no pueden castigar a alguien que ha sacrificado todo por otros, ademas tienes a Aegon, es un niño muy sano, fuerte y para tener dos años habla bastante bien, tiene tus rasgos y tu hermosa sonrisa-- Contesto el plateado, Hannya trato de sonreír pero no pudo, ambos suspiraron y volvieron a abrazarse.

Pasaron unos minutos que para ambos se sintieron eternos pero ahí estaban, después de tanto tiempo y muchas lagrimas derramadas nuevamente volvían a abrazarse aunque ahora Hannya fuera una mujer completamente prohibida para el, la pelinegra se separo un momento y miro a Aegon quien le dio una calida sonrisa y sin pensarlo se acerco a ella para hacer eso que tanto deseaba.

El plateado solo tomo el rostro de hannya entre sus manos y unió sus labios en un beso lento que no tardó en ser correspondido, Aegon tomo la cintura de la joven y la apego lo mas que se pudo a su cuerpo mientras que ella rodeo el cuello del contrario con sus manos y acaricio lentamente su cabello, ambos luchaban entre si por tener el control de aquel beso que poco a fue volviéndose mas y mas demandante.

Se separaron cuando el oxigeno fue necesario para ambos, se miraron fijamente un momento pero ni bien lograron respirar mejor volvieron a lanzarse sobre el otro, en ese beso ambos se trasmitian lo mucho que se habian extrañado pero tuvieron que separarse ya que escucharon algunos susurros que se acercaban cada vez más.

Aegon tomo la mano de Hannya y se adentraron a uno de los laberintos, ambos apenas lograron esconderse cuando vieron a Aemond hablando con Sir criston de algo relacionado con Alys, el plateado menor miró a la joven a su lado que no parecía para nada afectada por lo que escuchaba.

--¿Tu sabes de ellos? --pregunto Aegon y Hannya asintio--

--Dejo de importarme hace mucho, Aemond sabe que no lo amo y yo se que no me ama, Aegon es lo único que nos une-- Respondió la joven-- Tenemos mucho de que hablar o mejor dicho, tengo mucho que contarte, mi matrimonio no es tan perfecto como todos creen que lo es-- Finalizo para robarle un beso al plateado que solo sonrío--








Hannya entro lentamente en la habitación y se sobresalto cuando encontró a Aemond sentado en la cama y mirándola de una forma indescifrable.

--¿En donde estabas? --preguntó el plateado mientras se ponía de pie y caminaba hacia la pelinegra-- Te hice una pregunta ¿En donde estabas? --

-- Salí a caminar, no podía dormir, aunque yo también debería hacerte la misma pregunta a ti por que cuando desperté no estabas a mi lado ¿Ha donde fuiste? --

-- No quieras cambiar el rumbo de la conversación hannya --

--No, tu no quieras evadir mis preguntas, tu tienes las tuyas si pero yo también tengo las mías aunque puedo jurar que se exactamente en donde y con quien estabas--

--¿Y según tu, con quien estaba? --pregunto Aemond mientras acorralada a Hannya en una de las paredes e intentaba besarla pero fue empujado--

-- Apestas a esa mujer, su aroma tan repugnante lo tienes impregnado en la piel, no me creas tan tonta Aemond, se muy bien que la sigues viendo--

-- Tal vez--

-- Que me haga la tonta no quiere decir que no te conozca, se con quien estoy casada eh aprendido a conocerte a ti y tus gustos baratos, así que si vas a verla por lo menos procura quemar la ropa, bañarte y no me toques cuando te deje con las ganas-- Dijo Hannya mientras empujaba a Aemond y pasaba de él quien solo tenía una sonrisa cínica--

--Has cambiado demasiado mi amor, no eres por nada aquella jovencita timida y dócil que conocí--

-- Todas las personas cambian Aemond--

--Si, pero tu no debes cambiar, eres demasiado buena y gentil para ser tan friobola y arrogante como lo eres conmigo desde hace un tiempo--

--Lo soy cuando lo amerita, además tu te has ganado ese trato, quieres tenerme pero también quieres tenerla a ella, creí que con el tiempo esto iba a funcionar pero han sido tres años desastrosos de matrimonio y creo que lo único bueno que ha salido de esto es nuestro pequeño Aegon --

-- Podemos hacer que funcione, hoy deje definitivamente a Alys, quiero centrarme en ti, en nuestro hijo y nuestro futuro juntos-- soltó de repente y Hannya lo miró-- Te he traído algo como muestra de que hablo con la verdad--

La joven abrió sus ojos con sorpresa cuando vio a Aemond sacar una cajita y al abrirla tenía dos anillos uno con un bello zafiro Azul rodeado con pequeños diamantes y otro con un hermoso diamante cortado en forma de corazón.

-- Los diseñe especialmente para ti, Hannya Strong quiero pedirte que te cases conmigo nuevamente--

CONTINUARÁ...

BROKEN LIFE  [con AEGON & AEMOND TARGARYEN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora