Delicate | Outer Banks

8

Era el amanecer y se estaban alistando para poder irse. Summer estaba lista, la chica miraba como Big John le hablaba a Sarah.

— Le diré a ese hijo de perra que no vendrá— dijo Big John caminando hacia Ward.

— Escuchen, amigos— hablo Ward llevándose la atención— Lamento decirles que no podré subir esa montaña, no con la pierna así. Los retrasaría, no puedo... Quería decirles que tengo una bengala, y si aparece Singh, dispare una.

— Es lo que estoy diciendo desde ayer— murmuro Summer— Su pierna esta más jodida que el matrimonio de mis padres.

— Gracias— contesto Sarah a su padre.

— Buena suerte— dijo Ward.

Summer, Sarah y John B empezaron a caminar, Big John se quedó atrás hablando un poco con él.

...

Ya habían caminado por un tiempo sin tomar ningún descanso. Big John los apuraba demasiado.

— Esto está matándome— hablo Summer cansada, John B la miro asintiendo.

— Hey, papa— dijo John B deteniendo a su padre— ¿Podríamos tomar un descanso?

— Mejor no, rápido chico— contesto Big John.

— Debí quedarme con Pope y Cleo— murmuro Summer lamentándose.

— ¡Me están retrasando! —grito Big John— Es nuestra única oportunidad. Vamos.

— Ya no lo soporto— dijo John B.

John B subió hasta estar con Big John y hablar con él, Summer y Sarah los miraban desde lejos.

— Él no era así— murmuro Summer a Sarah.

— Lo entiendo— respondió Sarah— Mi padre intento matarlo.

— Tú misma lo dijiste— dijo Summer— Tú padre, no tú.

Las chicas vieron a Big John irse y ambas subieron hasta llegar con John B.

— Perdón por él— dijo John B ayudando a ambas chicas a subir— Se obsesiona un poco con el tesoro.

— ¿Y tú no? —pregunto Sarah causando que los tres sonrieran.

Summer miro que la pareja empezó a conversar y ella aprovecho para sentarse en el suelo e intentar descansar.

— Vamos, Sumi— John B ayudo a Summer levantarse y siguieron caminaron.

Caminaron más hasta que lograron encontrase con Big John.

— Vamos, miren— dijo Big John.

— Lo siento. Debían recuperar el aliento— contesto John B.

— Acérquense y miren eso.

Los tres se acercaron hasta mirar lo que Big John apuntaba.

— Lo logramos, chico— dijo Big John mirando a su hijo— Ahí está. Solana.

Summer miraba el lugar, intentando tomar una foto mental. La vista era demasiado hermosa.

— Sigamos— dijo Big John.

— Juro que cuando volvamos, pintare este lugar— dijo Summer.

— Tu pintura la colgare en la sala— contesto Big John haciendo sonreír a la rubia.

...

La noche había llegado, pero Big John seguía guiándolos.

— ¿Ven las cuatro columnas? —pregunto Big John— Son los puntos cardinales.