Odio infundado.
—Ya son más —dijo Billy al observarme, no lo mire, simplemente seguí escribiendo notas en mi libreta.
—¿Quienes? —pregunté.
—Paul y Jared, Embry ya está más calmado. Al fin tenemos guardianes para matar a esos chupasangres —dejé el lápiz de lado y suspiré algo irritada.
—Mañana iré a trabajar, así que me llevaré la camioneta —le informé, él asintió.
—Tienes que venir a las tres, porque a las cuatro empieza el partido, lo veremos en casa de Charlie —me dice, asentí.
Ese día transcurrió como todos, es difícil creer que todos los días es lo mismo, pero así es. Llego al trabajo, me asignan pacientes, el Dr. confirma mi diagnóstico y se le receta medicamento al paciente, se va y la sala queda vacía, espero hasta que es mi hora de irme, me cambio y me voy. Una rutina que sentiría que es perfecta, pero la realidad es que me consume el alma, no puedo verlo a los ojos sin recordar en mi mente lo que le dije, sin pensar en mi gente, sin entender por qué siento esto en mi interior.
Después de ir a buscar a Billy y a Jacob, conduje hasta la casa de Charlie. Cuando nos estábamos acercando sentí algo extraño, un olor familiar y a la vez ajeno a mí, fruncí el entrecejo al notar aquello, miré hacia fuera y vi pasar un auto gris, quien lo conducía lo identifiqué enseguida, era el hijo del Dr. Monster, el mismo chico que estaba esa vez en el hospital.
—Liesa, mira al frente —dijo Billy, volví mi mirar y me estacioné afuera de la casa de Charlie, Jacob ayudó a bajarlo a su silla y vi a Charlie salir para recibirnos, también noté que Bella estaba afuera limpiando el auto.
Charlie ayudó a Billy a subir las escaleras, ambos se posicionaron frente al televisor mientras que Jacob, Bella y yo estábamos en la cocina.Que despistada soy, no lo noté antes, pero Jacob observaba atentamente a Bella, parecía un cachorro embobado. Reí levemente.
—Jake, creo que papá necesita esto —dije al entregarle un bowl de papitas. Él asintió y se fue donde Charlie y Billy, sonreí al ver a Bella— ¿Cómo está la escuela? —le pregunté, ella sonrió leve y asintió, pestañeo varias veces y parecía que le costaba hablar.
—Bien, yo de hecho, tengo buenos amigos.
—¿Cómo el chico que se acaba de ir? —Bella se mordió su labio y parecía algo incómoda.
—Sí, como él.
—¿No temes que te pueda hincar el diente? —dije al fin, ella me observó perpleja, sonreí al ver su expresión—. Bella, ¿en serio crees que no sabemos quiénes son? —ella negó.
—Claro que lo sé, pero creí que no "creían" en esos mitos. Quiero decir, sé del tratado y eso, pero asimilé qué no todos eran conscientes —la observé unos instantes, entonces ella continuó hablando—. Jacob me había dicho lo de las leyendas y el tratado.
No sé qué cara puse, pero aparentemente a Bella le asustó.
—No es su culpa, yo lo obligué a contármelo.
—¿Le pusiste una pistola de tu padre en la cabeza?
—¿Qué? No.
—¿Entonces?
—Yo... Lo seduje —cerré los ojos e inhalé profundamente, contuve la carcajada que tenía en mi garganta.
Momento serio, momento serio.
Me repetí en mi mente, abrí los ojos y vi a Bella algo nerviosa.
—Bueno, al menos cuando supiste de su identidad no te hizo nada —dije para tranquilizarla, a ella se le alumbró el rostro.
—Sí, de hecho, mañana iré a su casa.
—Vaya, esto va en serio —tomé un vaso y me serví agua.
—¿Le dirás a Billy y los demás? —preguntó algo asustada.
—No, ellos reaccionarían de forma estúpida y serían capaces de amenazarte para dejar al chico —bebí el agua, me calmó el pulso y mi mente.
—Edward —miré a Bella—, se llama Edward.
—Claro —dije. Fuimos llamadas por Billy y Charlie, nos quedamos unos minutos viendo el aburrido partido y al final pude volver a la cocina, el lugar donde no veré la televisión ni los rostros de euforia de los hombres presentes.
—Liesa —mi vista fue a Bella, quien me siguió a la cocina—. Estuve pensando en algunas cosas, y creo entender por qué no te molestó qué sea amiga de Edward.
—¿Por qué? —le pregunté, porque al menos yo no sabía.
—Trabajas con el Dr. Cullen en el hospital, sabes cómo es él y sabes que no es el monstruo qué todos te hacen pensar.
Me mantuve en silencio unos instantes, sólo pude asentir con la cabeza. Se equivoca, yo incluso le he dicho que lo odio y lo llamo monstruo en mi mente, no me agrada.
—Es bueno que no sigas un odio infundado en creencias antiguas, quiero decir, no estábamos vivos cuando sucedió eso del tratado y mucho menos oímos comentarios de personas que no les teman.
Bella seguía hablando, no sabía que fuera tan habladora, pero supongo que lo es cuando se habla de algo que le gusta o alguien.
Solo podía asentir y confirmar sus especulaciones automáticamente, mi mente en cambio me seguía haciendo la misma pregunta, una y otra vez.¿Por qué lo odias?
Y yo evitaba esa pregunta, porque sé que no tengo un fundamento estable, mi única respuesta es la que me ha heredado mi abuelo, mi padre y los ancianos de la reserva.
Es un monstruo.
Consume la vida de las personas.
Si piel es fría.
No es humano.
Pero ¿él alguna vez me ha hecho daño? Ni siquiera corresponde al odio que le tengo, ni siquiera puede mirarme con desprecio.
Ni siquiera me ve como el enemigo.
El partido terminó, conduje hasta casa y fui a mi habitación, esa noche soñé por primera vez con él, pero no como el monstruo que yo creía que era, si no que soñé que me trataba de forma cálida, sus ojos dorados me observaban y yo estaba recostada en su pecho, estábamos en un prado y el pastizal era dorado como él, la luz del sol ingresaba entre las nubes y era la vista más preciosa que alguna vez pude soñar.

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𝐏𝐈𝐄𝐋 𝐂𝐀́𝐋𝐈𝐃𝐀 - ᴘᴀʀᴛᴇ ɪ
Fanfic𝐏𝐈𝐄𝐋 𝐂𝐀́𝐋𝐈𝐃𝐀━━ ❝Esto va en contra de todo lo que me enseñaron❞ &;;'Liesa creció con las historias de los ancestros sobre los lobos y los piel fría. Sabía el tratado de los quileute y conocía quienes eran los Cullen. Sin embargo, algo surg...