Las cartas.
—Está bien —dije al ver a Charlie—, físicamente.
—Reneé vendrá por ella, creo que es lo mejor —dice, Charlie apenas ha podido dormir debido a las pesadillas de Bella, dice que sus gritos son tan agónicos que le destrozan el corazón.
—Han pasado dos semanas Charlie, ella quizás está así por algo que vio en el bosque o algo más, pero no la presiones —él asintió.
—Sólo espero que ella vuelva.
—Sabes que puedes contar conmigo, llámame cualquier cosa, vendré enseguida.
—Gracias —dijo al abrazarme, salí de su casa y conduje hasta la Push, estacioné la camioneta y vi a Sam hablando con Billy, fruncí el entrecejo cuando a la distancia se veía las puertas del granero cerradas, normalmente Jacob se la pasa ahí desarmando y armando motores.
—Sam —digo al llegar donde ellos, Sam arruga la nariz y se tapa la boca con su mano.
—¿Dónde has estado? —me pregunta, miré a Billy que tampoco entendía aquella reacción del chico.
—Am, fui a casa de Charlie, Bella aún sigue mal, ¿por qué? —pregunté.
—Hueles un poco a ellos, no es mucho, pero puedo entender que sea por ir a casa de Charlie, su aroma aún sigue en esa casa —dice.
—Qué bueno que se fueron —dijo Billy en un murmullo, negué con la cabeza.
—Iré a ducharme antes de que me vomites chico —dije, me despedí de ellos y me duché y cambié de ropa, cuando salí no estaba ni Billy ni la camioneta, por ende, Jacob tampoco. Como no tenía nada más que hacer hasta la noche, salí a caminar, mi ruta siempre termina en el mismo lado, en la playa. Me senté en el mismo tronco y observé las olas chocar con la orilla, vi el mar azul, no gris, era hermoso ver esto aquí, después de todo, una vez cada dos meses las nubes se cansan de ocultar el sol. Las olas en movimiento emitían un brillo semejante al que producen las joyas preciosas, estaba distraída hasta que alguien se sentó a mi lado, me giré para ver a Harry observar el mar también, solo que tenía una mirada triste.
—¿Estás bien? —pregunté, él suspiró.
—Supongo que no te has dado cuenta —dijo al verme.
—Creo que no entiendo.
—Ya tomaste tu decisión —dijo, mi mente me llevó al día en que me contó lo que yo era, el espíritu protector.
—Espera ¿Cuándo? —dije, lo miré—, él se fue a New York, está muy lejos y dudo que vuelva.
—Él no se fue completamente, porque aún está aquí.
—¿Sí? ¿Dónde? —le pregunté, parecía no entender que era imposible estar en dos lugares a la vez. Vi el dedo de Harry apuntar a mi rostro y bajar hasta mi abdomen.
—Ahí.
Me quedé procesando lo que me decía y hasta pestañeé varias veces para volver a aquel momento. Recordé la última vez que lo vi, lo que hicimos, como me sentí cuando sucedió aquello y también como quedé cuando supe que se fue.
—¿Cómo puedes saber eso? —pregunté.
—Los dioses te han estado acompañando todo este tiempo. Y sabían que había dos caminos para ti, elegiste y esto es el resultado de tu elección.
—¿Le dirás a Billy? —pregunté en un hilo de voz, porque mi voz se había quebrado, toqué mi vientre y noté que mis manos temblaban.
—Es aquí donde tú eliges —me dice—, por un camino, le dices a Billy y abortas, entonces aquel ser que hay en tu vientre nunca nacerá y así nadie te lastimará. Por el otro lado, ten a tu hijo, pero muere.
—Quiero pensar —dije, él entendió y me levanté del tronco, en el camino visualicé los dos futuros que Harry me comentó, uno es muy probable que sobreviva, pero sé que nadie me volvería a hablar, porque sería la "traidora" de la tribu, y el otro futuro me dice ¿a quién dejaré al bebé cuando nazca? Fácilmente Sam y su manada podrían encontrarlo y matarlo. Me detuve en seco cuando la pregunta más importante vino a mi ¿será humano o como los Cullen?
Mis ojos se cristalizaron y lloré casi medio camino, cuando llegué a la entrada de la casa vi la camioneta estacionada, no quería ingresar tan rápido así que hice tiempo al ir en busca del buzón, lo abrí y vi que había unas ocho cartas, suspiré algo irritada, ni Jacob ni Billy lo ven, quizás de cuando sean. Vi la etiqueta del primero, eran los pagos de la electricidad y el agua, normalmente aquí en la reserva cuesta conseguir eso debido a las distancias que poseen las casas entre sí, pero al menos aquí tenemos. Fui viendo las otras cartas y fruncí el ceño al ver una carta color crema, no tenía alguna estampa o algo así, estaba limpia, a excepción de dos iniciales bien escondidas en la punta baja: C.C. Dejé las otras cartas en el buzón y abrí aquella carta con las iniciales, tenía dos hojas dentro y cuando leí la primera línea comencé a llorar.
«Querida Anneliese, escribo esta carta porque quiero explicarme, quiero decirte mis motivos para irme.
Mi hijo cree que es mejor alejarse de la hija de Charlie, porque no quiere arrebatarle la vida, no cuando ella puede tener todo un mundo por delante. Como padre solo puedo creer y apoyar a mis hijos, y confío en el juicio de Edward, aunque en su corazón no mucho.
Quise despedirme en persona, decirte "gracias" por no seguir odiándome, por conocerme y por lo que sucedió en nuestro último encuentro.
Soy una persona que siempre cumple, mi padre me crío así, e incluso me enseñó que nunca jure en falso, porque tendemos a romper nuestros juramentos. Hoy yo rompo mi juramento, no puedo ni quiero olvidar lo que viví contigo esa noche, espero recordarla toda mi existencia, espero estes conmigo siempre, aunque no pueda ser físicamente.
Por una parte, es valiente confesarme, por otra es cobarde hacerlo a través de una carta. Pero debo decirte la verdad, temo que me odies al leer esta carta, temo ser odiado por ti.
Nunca me importó lo que los demás dijesen de mí, solo me importó cuando notaban que no envejecía, pero cuando llegaste a mi vida sentí la necesidad de nunca fallarte, de que me dejaras de odiar, porque me importaba lo que pensabas de mí, me importas mucho.
Sé que los que habitan la reserva tienen un gran odio a mí y mis hijos, a los que son como yo, pero creme cuando te digo que todo eso dejó de importarme cuando te vi sonreír, cuando me llamaste por mi nombre por primera vez, cuando estuvimos juntos.
Ahora Edward nos está diciendo que ya es tiempo para irnos, dejaré esta carta en el correo y espero que llegue a ti pronto, por ahora no tengo una respuesta exacta de dónde viviré, pero me aseguraré de escribirte cada vez que pueda, deseo que sepas que no dejo de pensar en ti.
PD: Si esta carta la encontró el Señor Black, lamento que se entere así, pero amo a su hija»
Tapé mi boca con mi mano, aguanté la respiración, sentí una emoción tan intensa en mi estómago, en mi pecho, una risilla extraña salió de mi boca y de inmediato me puse a ver las otras cartas, en total encontré tres cartas enviadas por él, las guardé e ingresé a la casa fingiendo que nada maravilloso me acababa de suceder.
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𝐏𝐈𝐄𝐋 𝐂𝐀́𝐋𝐈𝐃𝐀 - ᴘᴀʀᴛᴇ ɪ
Fanfiction𝐏𝐈𝐄𝐋 𝐂𝐀́𝐋𝐈𝐃𝐀━━ ❝Esto va en contra de todo lo que me enseñaron❞ &;;'Liesa creció con las historias de los ancestros sobre los lobos y los piel fría. Sabía el tratado de los quileute y conocía quienes eran los Cullen. Sin embargo, algo surg...