Capítulo 13: Nuevo proyecto

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Poco le importó que Nikola lo haya invitado a quedarse a comer, Thor tenía que regresar con el mastodonte de dientes de tiburón que tenía como pareja. No era muy bueno poniendo apodos románticos.

Posteriormente, los tres se habían sentado a conversar, o mejor dicho, Beelzebub se puso a escuchar a los dos humanos platicar, él no se consideraba muy platicador y estaba bien con solo escuchar.

Sin embargo, sentía que se estaba quedando atrás. No entendía el motivo, pero algo le decía que iba perdiendo contra el payaso de Edison.

—¡Wow! —al probar un bocado del postre que Edison le había regalado, no pudo evitar sonreír, le recordaba a la receta de su madre. —¡Está delicioso!

Con orgullo y con los ojos cerrados como si le dedicara una burla al demonio, expresó. —Me alegra que te guste.

—¡Tienes que decirme dónde lo conseguiste! —se emocionó, tener algo que le traía nostalgia le parecía motivador.

Edison negó con la cabeza. —Es un secreto pero si somos algo más, estaré dispuesto a compartirlo contigo.

Por su parte, Beelzebub chasqueó lengua molesto, tal parecía que Edison ya no se estaba midiendo en sus "ataques" para conquistar a Nikola después de todo, Thor ya los había delatado.

Pero aquí la duda que tenía era sencilla, ¿Tesla había comprendido lo que dijo el Dios del trueno?

Lo que comentó Edison, no fue entendido por completo por el castaño y es que, algo que ya conocían de él era que no comprendía las indirectas.

—Bueno, es una pena que no seamos nada más que amigos. —expresó su idea mientras seguía comiendo, a veces tener un descanso era bueno.

Al escuchar aquello, Thomas casi se ahogaba con el postre; tuvo que darse varios golpes en el pecho para que pasara.

Beelzebub solo se burló ladinamente. —Te mandó a la friendzone y ni siquiera hiciste nada.

—Por lo menos a mí me tiene como su amigo y tú. —El científico que tenía puesto un moño "barrió" con la mirada al de negro. —¿Y tú qué eres?

Asimismo, Nikola observó a sus dos amigos con seriedad mientras seguía comiendo, al parecer se habían olvidado de su presencia.

—Interesante... —susurró analizando las conductas de los dos rivales.

—Soy el Dios que va a enamorar a Nikola. —respondió serio a la pregunta de Edison.

—No, si yo lo patento primero. —atacó el de anillos en el cabello.

—¿Eres idiota o simplemente descerebrado? —Beelzebub se enojó, no sabía cómo se le había ocurrido semejante idiotez a Edison. —No se puede patentar a un ser vivo.

—¿Qué más? —el crota había sacado su libreta para anotar lo que sus amigos decían. —Continúen.

—Para tu información, mosquita, no estamos en el mundo humano así que, debe de existir alguna ley o un documento que avale lo que estoy diciendo. —Thomas sabía de lo que hablaba, por supuesto que había investigado.

—Por esa misma razón, es que yo gano entonces. —el de negro frunció el ceño. —Así como soy un Dios, también soy un demonio, ¿Y sabes la cantidad de humanos que me han llamado para un contrato?

Edison se detuvo en lo que iba a decir, ese demonio tenía razón, el solo tenía que engañar a Tesla con cualquier cosa y éste ya sería suyo pero, por alguna razón no lo ha hecho, aún. —No quiero ni imaginar cuántas almas has devorado.

—Ninguna, me dan asco. —afirmó el demonio.

Bien, Nikola había aprendido algo nuevo el día de hoy y es que, cuando Beelzebub y Edison discuten terminan por ignorarlo además de que los demonios de la religión cristiana devoran almas.

—Pues, demonio que tu digas demonio, no eres. —el estadounidense se cruzó de brazos. —¿Qué clase de demonio no consume almas?

Beelzebub ya estaba comenzando a enojarse, ese hombre lo desesperaba.  —Ya tuve suficiente de esto. —suspiró. —A partir de ahora, te voy a ignorar.

—No puedes ignorar a una persona que te ignora. —añadió Edison.

El comprendía porqué sus amigos estaban peleando y era por su culpa, era un ingenuo pero no tanto y no solo eso, sino que Thor le había reveleado el secreto de esos dos.

Nikola lo pensó por unos momentos, no, no debía pensar con el cerebro, debía pensar con el corazón. Era sumamente complicado hacer eso.

¿Qué sentía respecto a Beelzebub y Edison?

Sonrió ampliamente, había decidido su nuevo proyecto en donde él sería el sujeto de prueba. —Mi nuevo proyecto se llamará “Corazón Tesla”. —habló orgulloso.

—¿De qué estás hablando? —cuestionó Edison.

—¿Necesitas ayuda? —preguntó Beelzebub.

Fue en ese momento que esos dos enamorados comprendieron que habían ignorado a Nikola, con razón éste creía que eran pareja.

⚡🪰🌓

—¿Cómo le haces para tener sexo consensuado con muchas chicas? —Qin preguntó serio, si bien, a él no se le dificultaba coquetear ni encontrar con quién pasar una noche de pasión pero casualmente, todo eso se le había olvidado justo cuando comenzó a salir con Hades.

—Si tuviera que responder a esa pregunta, diría que siendo yo mismo. —se rascó la nuca algo dudoso, siendo sincero, nunca se había detenido a pensar en eso.

—Eso muy cliché. —se cruzó de brazos el más bajo. —Dame una respuesta.

—¿Es para ti?

—No, es para un cerebrito que está enamorado de otro cerebrito más inteligente. —afirmó el chino.

—Dile que vaya y le dé una nalgada, si lo golpea, ahí no es. —levantó el dedo índice. —A mi siempre me funciona.

Qin se quedó paralizado, él estaba en contra de eso. —No sé por qué vine contigo.

—¡Es una broma! —se carcajeó Raiden. —Solo dile que sea más amable de lo normal y después, que lo invite a salir. Si son el uno para el otro, funcionará. Verás, no soy bueno en eso cuando se trata de personas muy inteligentes.

—Mmm...

—Pero aquí entre nos. —el sumo le entregó una botellita de vidrio a Qin con cierto líquido transparente. —Es un afrodisíaco muy potente, que se lo dé en una bebida y así, solo buscará bajar su calentura con quien su corazón mande.

—¿Me estás diciendo que si le doy esto a Nikola, él buscará tener sexo con la persona que ama? —dudoso, preguntó Qin y es que en verdad le parecía interesante.

—Así es, es un regalo Shiva, me dio muchos, ¿Sabes? Pero debes de tener cuidado, una sola gota, no más. —En eso último, Raiden enfatizó seriamente. —Es muy potente.

—Gracias. —se dio media vuelta y se retiró de ahí. —Ya puedes regresar a tu orgía desenfrenada.

—¡Recuerda que estás invitado! —se despidió con una sonrisa.

Siguió caminando por los pasillos del recinto mientras veía aquel frasquito con curiosidad. —Que le dé de beber toda la botella a Nikola, lo tengo. —concluyó Qin.

Más allá de una patenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora