☕️𓈒 𓂂𓏸 Park Seonghwa es un ahora "top model" que después de atravesar una caótica travesía para llegar hasta ahí queda completamente roto por dentro teniendo como prioridad su confusa apariencia física. Todo parecía perdido, entre nicotina, diet...
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La puerta de la casa siendo abierta se escuchó acompañado de un - ¡Volví!.
- ¡Ven!- grito Hwa desde la cocina.
Hongjoong obedeció y al entrar a la misma, se encontró con una mesa repleta de deliciosa comida acompañada de una tierna y expectante mirada de parte de Hwa, el cual traía un mandil y se veía algo desaliñado. Vaya que esa imagen era apartada de la glamurosa vida de supermodelo que cualquiera podría concebir, pero para joong era adorable y reconfortante.
- Prepare la cena, quizás no quedo tan bien porque mi mano lo complicó, pero espero que de menos sea comestible.
- Supongo que hoy fue el día indicado para traer postre - dijo con una sonrisa mientras levantaba el brazo en el cual traía una bolsa transparente con un paquete dentro.
- ¿¡Macarrones!? - pregunto emocionado.
- Ví que te gustaron mucho la vez pasada, así que creí que traer algunos quizás te haría sentir mejor.
- Ven, siéntate, te serviré - con una gran sonrisa comenzó a sacar los platos mientras joong lo veía con esa bonita mirada que solo aquel chico de ojos brillantes podía sacarle.
- ¿Lasagna? - preguntó joong mientras le servían.
- Sí, hace mucho tiempo no la comía y aún recordaba la receta.
- No debiste cocinar, aún estás recuperandote de lo de ayer.
- No fue tan grave, hasta la doctora lo dijo.
- Amor, era una doctora de emergencias, una cortada así es casi un rasguño a comparación de lo que ve a diario.
- Bueno, pero eso no quita el hecho de que lo dijo. Ahora prueba esto y dime qué tal quedó.
Joong tomo la cuchara y corto un trozo de la lasagna para después comenzar a degustarla, aquel delicioso aroma junto con esa calidez en los sabores le dieron una inexplicable paz, similar a la que sintió el día que bailaron en el invernadero.
- ¿Quedó bien? - pregunto algo inquieto.
- Hwa, esto está delicioso.
- Ah, que alivió, siendo sincero creí que había quedado mal por mi mano.
