Capítulo 9

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Canción del capítulo: MONTERO (Call Me By Your Name) - Lil Nas X

TW: Relaciones sexuales explícitas, relaciones sexuales en un lugar relativamente público. 

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Agoney escucha al chico frente a él y se muerda la lengua para contener el bufido. A veces detesta a los clientes que tiene, señores bastante adentrados en edad y millonarios que creen que pueden hacer lo que se les de la gana, pero si hay algo que odia aún más, es a los hijos de esos clientes que con suerte han puesto la mesa a lo largo de toda su vida y que creen que el dinero les salvará el culo aunque hayan cometido el crimen más atroz.

—Pues arreglad esto, que para algo os paga mi padre. —La voz del pijo de turno lo saca de sus pensamientos y desvía la mirada hacia Roberto, que se está conteniendo con una paciencia infinita para no escupirle cuatro cosas al crio frente a ellos.

—Escúchame, Alejandro —empieza Roberto, firme—. Tu padre nos paga para que arreglemos sus cagadas, no las tuyas. Si estamos aquí, es porque llevamos muchos años juntos y me lo pidió como favor personal. Los dos mejores abogados de la firma estamos a tu disposición, pero también tienes que asumir tus errores. Podemos ayudarte a llegar a un trato y que la cosa no se haga pública, pero el daño ya lo hiciste. —El chico abre la boca para contestar, pero la cierra al darse cuenta de que no puede reprochar nada y hace una mueca de frustración.

—Lo que tenemos por ahora es que tú estabas en una relación con la chica que trabajaba aquí. Tuvisteis sexo, como todas las parejas del mundo, pero el preservativo se rompió y ella ahora está embarazada. Apenas te enteraste, terminaste con ella y, curiosamente, dos días después la echaron del trabajo sin explicación. ¿Tienes alguna solución? —Es su turno de encarar a Alejandro.

—Lo de que la echaron del trabajo no tiene nada que ver con la ruptura. —El chico se encoge de hombros, fingiendo inocencia—. ¿Y cómo se yo que el hijo es mío y no de otro con el que me haya puesto los cuernos?

—Llevabais más de un año juntos, Alejandro. Sabes que la prensa os seguía a todas partes solo por ser... tú. Si te hubiera puesto los cuernos, lo más probable es que rularía más de una foto. ¿Y me vas a decir que es coincidencia que tu mejor amigo haya sido el jefe directo de Amelia y que justo la haya echado?

—Podría serlo. —Agoney se contiene, de nuevo, pero esta vez para no rodar los ojos.

—Escucha: puedes hacer una prueba de paternidad si quieres, pero debes esperar mínimo hasta la décima semana. Necesitamos una solución pronto, porque a cada minuto que pasa, hay más posibilidades de que ella haga público el asunto del despido injustificado y, hasta donde sé, no es lo que quieres. —Alejandro alza las cejas, desafiante, queriendo saber cómo continúa—. Aquí hay dos opciones: o justifican el despido y pagan la indemnización que corresponde, además de darle una carta de recomendación por todos los años que lleva sirviendo en la empresa de manera impecable, o la contratáis de nuevo en su mismo puesto. Amelia ya dijo que no quiere dinero por callarse, quiere justicia y poder criar bien a su bebé —sentencia Agoney. Roberto mira a su pupilo con orgullo en los ojos, y se reafirma que no se equivocó al haber acogido al canario bajo su brazo—. Y te harás cargo del niño o niña, porque no creo que quieras caer tan bajo como para no hacerlo —acaba.

—Bien —bufa Alejandro, derrotado—. Hablen con ella y obtengan un trato, pero aseguraos de que no hable. Esta tarde me paso por la empresa para que Luis recontrate a Amelia, si es lo que quiere. —Se levanta de la silla y se dirige al pequeño bar que hay en la sala. Agoney ve como se sirve un whiskey, e intercambia una mirada con Roberto que solo grita "estoy hasta los cojones de este niñato, que se acabe este caso ya". El mayor niega con la cabeza mordiéndose la risa y se despiden de su cliente.

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