Capitulo XVII

144 16 0
                                    

El corazón de Mia latía con fuerza mientras aguardaba junto a Emma en la sala de estar convertida en hall principal de la viña. Estaba nerviosa, pero emocionada, ansiosa por ver a su amada y dar el siguiente paso en su vida juntas. Emma también mostraba signos de nerviosismo, pero su rostro estaba iluminado por la felicidad y la expectación del momento que se avecinaba.

Marcos, quien las entregaría, había acordado cubrir los ojos de ambas para mantener la tradición y la sorpresa hasta el último momento. Así que, con los ojos tapados, Mia y Emma aguardaban con impaciencia, cada una esperando el momento en que finalmente se encontrarían una frente a la otra, listas para dar inicio a su nueva vida como esposas.

Cuando llegó el momento tan esperado, Marcos destapó los ojos de Emma mientras que Vanessa, la novia de Marcos, hacía lo mismo con Mia. En un instante, sus miradas se encontraron, y en esos ojos se reflejaba todo el amor y la emoción que sentían la una por la otra.

''Te ves hermosa'' dijeron al unísono, provocando las risas de sus amigos que miraban la escena emocionados

'' ¿Estas lista? '' pregunto Emma, tomando las manos de Mia

''Desde que te vi abrir los ojos en esa cama de hospital'' Mia respondió con una sonrisa radiante mientras apretaba las manos de Emma con ternura.

''Desde ese momento supe que quería pasar el resto de mi vida contigo'' agregó Mia con voz suave pero llena de emoción.

Los ojos de Emma brillaron con lágrimas de felicidad mientras miraba a Mia con amor profundo.

Las novias avanzaron con paso firme y sonrisas radiantes, sintiendo la emoción y la felicidad vibrar en el aire a su alrededor. El sonido suave y melódico del violín creaba una atmósfera mágica, envolviéndolas en un halo de romanticismo mientras se acercaban al altar.

Los pétalos de rosas blancas bajo sus pies parecían alfombras de pureza y amor, guiándolas hacia el momento más importante de sus vidas. Las flores rosadas a su alrededor añadían un toque de suavidad y delicadeza al ambiente, mientras el verde intenso del césped completaba el cuadro de naturaleza y serenidad.

Al final del camino, la adorable figura de Pantuflas las esperaba, luciendo su traje especial con elegancia y gracia. Su presencia añadía una dosis de alegría y diversión al momento, recordándoles la importancia de la familia y la complicidad en su relación.

Marcos las tomó de las manos al llegar al final del camino e hizo que se las tomaran entre ellas, así dando un paso al costado para darle paso al juez que las casaría.

A un costado de la primera fila de invitados, se encontraba una pequeña mesita adornada con flores, donde Mia había mandado a colocar las fotos de los padres y abuelo de Emma, lo que provoco algo de melancolía mezclada con felicidad en el corazón de la mujer de ojos miel. Agradeció el gesto acariciando la mejilla de su futura esposa, quien tomó su mano para besarla.

Mientras escuchaban atentamente las palabras que comenzaban a sellar su compromiso, Mia y Emma se miraban fijamente, sin apartar la vista la una de la otra, con una sonrisa nerviosa pero llena de amor. Cada palabra del juez resonaba en sus corazones, confirmando la solemnidad y la importancia de aquel momento tan especial en sus vidas.

Cuando llegó el momento de la postura de las argollas, Emma tomó la mano de Mia con ternura, sintiendo la emoción palpable en el aire. Con voz clara y llena de emoción, comenzó a decir sus votos, expresando todo lo que sentía en ese momento único y significativo.

''Cuando la vida te destruye la ilusión, cuando ya no vez un mañana, es esta misma que te devuelve la luz'' comenzó diciendo Emma ''quizás en otra vida, en otros ojos, en otra sonrisa'' Las palabras de Emma resonaron en el aire, llenando el lugar con una profunda emotividad ''Vuelves a creer a paso lento, con cautela, con un amor real, con un amor bonito, uno que con paciencia, como si aprendieras a caminar de nuevo, te va sanando y armando cada pedacito de tu alma rota, sin saberlo te devuelve la esperanza y te cambia'' Mia escuchaba cada una de ellas con el corazón lleno de amor y gratitud. Para ella, cada palabra pronunciada por su futura esposa era como música celestial, un recordatorio de todo lo que habían pasado juntas y de lo lejos que habían llegado ''vuelves a tus raíces, pero esta vez con la promesa de un para siempre y finalmente te das cuenta que la vida siempre tuvo un por qué'' Emma continuó, sus palabras fluyendo con una sinceridad conmovedora. Hablaba del renacer del amor, de la capacidad de sanar las heridas más profundas con la fuerza del afecto genuino. Mia se sentía abrumada por la intensidad de las emociones que surgían en su interior, cada palabra de Emma tocaba una fibra sensible en su ser '' Esa misma vida te enseña a no cometer los mismos errores, porque si ella llora, tu lloras, si ella es feliz también tú lo eres. Entonces es ahí que entiendes la razón de todo y ese final, es a tu lado Mia, porque siempre fuiste tú, siempre fuimos nosotras''

A tres latidos de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora