Capitulo XIV

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Emma había sido un pilar de apoyo inquebrantable para Mia durante semanas después de la pérdida de su amiga. Comprendía perfectamente el dolor que estaba atravesando, habiendo experimentado ella misma la devastación de la pérdida con la muerte de sus padres y luego de su abuelo años atrás.

A medida que los meses pasaban, Mia comenzaba a recobrar su vitalidad poco a poco. Aunque al principio hablar de su amiga aún le causaba dolor y lágrimas, con el tiempo empezó a recordarla con una sonrisa en lugar de lágrimas en los ojos. Emma la veía cómo poco a poco volvía a ser la bella doctora llena de vitalidad y energía que siempre había sido.

Después de casi nueve meses, el hospital estaba preparando una fiesta de despedida para celebrar la jubilación del jefe. Aunque aún no habían anunciado quién sería su sucesor, se esperaba que la decisión se revelara un mes después de la fiesta. Mia no mostraba ansiedad por el resultado, pero en lo más profundo de su ser, esperaba que fuera ella la elegida. Por otro lado, Emma deseaba fervientemente que su novia lograra ganar esa carrera. Después de todo lo que habían pasado juntas en casi dos años, y sin mencionar los desafíos que enfrentaron en el pasado, sentía que era hora de que la vida le diera a Mia lo que realmente merecía.

La celebración se acercaba rápidamente, por lo que Mia y Emma se habían dedicado a buscar el atuendo perfecto para la ocasión. Después de visitar varias tiendas, encontraron finalmente un par de vestidos hermosos en la quinta tienda del día. Al entrar, Emma notó las miradas de dos de las chicas que atendían, quienes les sonreían amablemente. Calculó que no debían tener más de veinte años. Una de ellas se acercó para ofrecerles ayuda y les recomendó varias opciones. Finalmente, Mia optó por un elegante vestido rojo oscuro con un escote pronunciado y un corte que revelaba sutilmente una de sus piernas. Por su parte, Emma escogió un vestido de un llamativo color verde petróleo, con un escote en V y un corte largo asimétrico.

''Te ves hermosa'' dijo Em sin poder quitar su vista de encima del cuerpo de Mia

"Gracias, cariño", respondió Mia con una sonrisa cálida "Pero de verdad, tú, estás deslumbrante"

Cuando Emma observó a Carla y Sofía con curiosidad mientras esperaban en la fila para pagar. Notó cómo el rostro de su exnovia se iluminaba de una manera que nunca antes había visto mientras estaban juntas, era como la que tenía cuando miraba a Mia, era amor y del bueno, después de tanto tiempo, se dio cuenta que ya no la odiaba, no para ser amigas, pero si para saludarse con cordialidad y saber cómo iba con su tratamiento, al fin y al cabo, aun le quedaba cariño por ambas mujeres.

''Ve con ellas, ya te vieron y no se atreverán a acercarse, pero se nota que quieren y tú también'' Mia susurró en el oído de Emma, alentándola a acercarse a Carla y Sofía, reconociendo el deseo latente de reconciliación en ambas partes ''todas han pasado por mucho, creo que ya es tiempo de perdonar''

''Debo pagar mi vestido, te dejo mi tarjeta''

''Ve tranquila, tus pagas el almuerzo'' Con una sonrisa tranquilizadora, Mia observó cómo su novia se dirigía hacia las mujeres, notando la tensión en el aire y la incertidumbre en las miradas de Carla y Sofía.

Emma reflexionaba sobre el significado de la frase "las cosas pasan por algo". Aunque en el pasado no entendía su significado debido al dolor y la rabia que sentía, ahora, junto a Mia, había llegado a comprenderlo. Habían encontrado un amor verdadero y mutuo que las hacía felices y les brindaba paz en los momentos más difíciles. Emma ya no sentía dolor ni rencor hacia su exnovia y examiga; quería que supieran que habían superado esos momentos difíciles y que merecían tener un amor tan hermoso como el suyo.

''Emma'' dijo Carla algo nerviosa '' ¿Cómo estás? ''

''Bien, gracias'' les dedico una sonrisa sincera ''quería saber ¿Cómo estás Sofia? ''

A tres latidos de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora