Vigésima segunda parte. (pt. 2)

105 24 0
                                    

Ambos chicos compartieron una larga caminata debajo de bellas jacarandas que adornaban el paisaje de un hermoso color morado, Jeff no podía pedir más, después de tanto tiempo buscándolo, jamás pensó que en algún momento estaría de esa manera con él, aquellas largas noches en las que lloro desconsoladamente habían valido la pena, porque, para él era claro que todo lo que pasó era sólo el camino para poder llegar a su destino, después de todo, caminar de la mano de Ta, era lo que le transmitía paz y no lo cambiaría por nada.

Mientras caminaban, de vez en cuando observaba  a Ta disfrutando de la manera en la que el viento acariciaba su rostro, transmitía una vibra tan bonita que se sentía afortunado por poder estar a su lado, por un momento se detuvo y lo atrajo hacia él para poder depositar un pequeño beso en la frente del menor, las palabras no alcanzaban para poder decirle que estaba exhausto de los amores a medias,exhausto de aquellas aventuras de sólo una noche, estaba exhausto de buscar y jamás encontrar, pero, afortunadamente a él lo encontró, el destino le había dado una segunda oportunidad para poder verlo y remediar su error, era el primero y el último que cometería,eso era un hecho, ya que quería ser mejor para Ta, para él, para ambos, ya que desde el momento en el que lo tuvo de frente, supo que él era su persona especial,  probablemente aquella teoría, que dice <<Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper>> , era real, el hilo que los conectaba no se había roto, tal vez eso los ayudó a reencontrarse , lo que parecía imposible, fue posible, en el momento que menos lo esperaba lo encontró y estaba dispuesto a dar todo de él para poder permanecer a su lado.

Observó aquellos ojos rasgados que tanto admiraba y le dedicó una sonrisa. - Es hora de ir a nuestro siguiente destino. - dijo mientras acariciaba el cabello del menor.

- Adelante, estoy listo para seguir. - respondió Ta.

- Entonces, vámonos.

Emprendieron su camino, Ta confiaba en Jeff, sabía que estando a su lado estaría seguro siempre,  así que se dejaba llevar sin preguntas, confiaba plenamente en él, estaba maravillado ante todos los detalles que había tenido hacia él, mientras esperaba a que llegaran, rodeo la cintura del mayor y recostó su cabeza en su espalda, mientras tanto Jeff de vez en cuando lo observaba por el espejo, ambos disfrutaban de su compañía.
Cuando por fin llegaron, pudo notar que era un gran  edificio con forma de un planeta, a simple vista parecía que era Saturno, por los anillos que abrazaban la construcción, lo rodeaba un hermoso jardín donde abundaba el color verde y una que otra flor de diversos colores.

- Sé lo mucho que te gusta el universo y todo lo relacionado a el, por esa razón, nuestra cita continúa en el planetario. Espero que lo disfrutes.

Jeff podía ver la manera en la que Ta sonreía, no necesitaba más que eso, le gustaba ser la persona que le arrancará sonrisas tan bellas como la que en ese momento estaba plasmada en su rostro.

- Muchas gracias por traerme a este lugar. - dijo emocionado. - Andando, no perdamos más tiempo. - tomó la mano del mayor y juntos entraron.

Jeff sonrió al verlo tan emocionado, así que obedeció y lo siguió detenidamente. Estando dentro, llegaron a una sala donde se podía observar el universo plasmado , abundaba el color negro combinado con un poco de azul y morado, habían estrellas muy brillantes, poco a poco comenzaban a hacerse presentes los planetas, uno a uno, parecían tan reales y los estaban observando de manera tan cercana que parecía increíble, se sentaron para poder apreciar mejor tal espectacular evento que estaban presenciando, de vez en cuando el mayor observaba al pequeño Ta , definitivamente era mucho mejor observar todo eso reflejado en los ojos que tanto le gustaban, no había mejor vista que la de su rostro asombrado y transmitiendo toda la emoción que sentía.

Mientras duermo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora