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Mira la rosa sobre su mano, era pequeña y apenas abriría su capullo, era la última rosa de la temporada en el rosal de su madre.

Y se lo había cortado con delicadeza antes de que pudiera retoñar por completo, dejando solo hojas por al menos otras dos temporadas.

La última rosa del año le parecía la mejor opción para empezar de nuevo con un omega con olor a rosas rojas.

Se arriesgaría, lo había pensado día y noche, concluyendo que Shōto lo valía, su interior le repetía seguidamente "Shōto no es él"
Shōto era diferente, lo era bastante y sabía que no le haría daño, aunque Dabi estaba en medio como un grave problema cómo en su relación pasada, estaba dispuesto a arriesgarse no solo para que Shōto estuviera a su lado si no para salvarlo de su propio hermano.

Esta vez lo salvaría, y lo haría de la manera correcta.

Sería un buen alfa.

Ya era la hora de salida, la flor había aguantado 8 horas de jornada escolar para este gran paso en su vida y salud mental.

Había practicado casi cien veces la conversación que tenía planeada en su mente para que todo saliera bien, sin errores y atrancos, porque había aceptado que no podía estar más sin Shōto, que no podía seguir evitando e ignorando lo que era más que obvio.

Shōto era su pareja destinada y estaba seguro que le quería a su lado.

Enfrentaría sus miedos y avanzaría, abriría su corazón y dejaría de ser egoísta solo por él.

Asiente listo para dar la vuelta y esperarle en el mismo lugar de siempre, ya no valía la pena buscarlo en el gimnasio o el campo de tiro pues no lo había visto aparecerse ahí un buen tiempo, lo cual le parecía extraño.

Pero antes de que pueda seguir su camino siente una mano jalarle del hombro con un poco de brusquedad.

Frunce el ceño fastidiado por interrumpirle-¿qué quieres?

-¿me hablaras así después de tanto tiempo sin vernos?  

Se paraliza cuando escucha aquella voz, el olor a uva le hormiguea en la piel, por un momento siente pánico de voltear y ver que no hay nada, solo es su tormentosa mente asechando como todo el tiempo. -¿entonces Izuku...?

Traga saliva cuando escucha su nombre salir de aquella boca, casi se siente hipnotizado, suspira tembloroso antes de dar la vuelta y poder enfrentar al que fue su perdición y bendición al mismo tiempo. 

Una sonrisa ladeada le recibe mientras los ojos lilas le escanean de arriba abajo.

-vaya ¿volviste a los lentes de aumento?

-Shinsō-asiente con su cabeza de forma de saludo, tratando de mantenerse a raya-tanto tiempo, es una sorpresa, pero es bueno saber que estas bien. 

Shinsō asiente-ahora lo estoy y he regresado, no pareces muy contento de verme.

-bu-bueno solo estoy algo shockeado, después de lo qué pasó...nunca volví a verte.

-oh vamos-el omega niega-de verdad hablaras de aquello, lo pasado es pasado y yo también cometí tantos errores en el pasado-baja la cabeza-me siento tan arrepentido, Izuku, no sabía lo que perdía cuando actué de esa manera, en verdad me has hecho tanta falta.

Izuku no habla, en verdad no sabe que decir, los ojos de Shinsō se mantienen neutros como siempre, nunca sabes lo qué pasa por su mente, era un libro cerrado y no siempre decía lo que pensaba.

-extrañe tanto a tu alfa.

A menos que aquello le convenga y le favorezca, y es qué hay algo que Izuku aún no termina de aprender sobre Shinsō Hitoshi.

Entre Pinos y Rosas -DekutodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora