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Viernes. 

Bendito viernes. 

Es lo único que puede pensar cuando la alarma le despierta en la mañana, larga un bostezo y estira las extremidades por todos lados.

-Shōto ¡arriba! 

-ya oí-murmura aún somnoliento y se limpia las lagrimas causadas por el bostezo.

Se levanta antes de que Fuyumi entre a su alcoba y le apure, toma ropa y corre a bañarse.

-buenas días. 

-aquí está tu desayuno cariño-Fuyumi le deja un plato con fruta picada antes de acariciar sus cabellos maternalmente.

-Gracias.

-recuerda que llegaré después de las 3 a casa Shōto-Fuyumi le recuerda mientras toma su bolso y algunas cartulinas.

Su hermana había encontrado un trabajo después de dos semanas en un jardín de niños así que ya no estaría en casa hasta la tarde, lo cual era un poco triste para él, ya que no le recibiría su hermana pues él salía a las 2 de la escuela.

-está bien

-Natsuo y papá salieron ya.

-lo se, entonces ya me iré-toma una última fresa y toma su mochila.

Fuyumi se guarda el regaño por no terminar de desayunar y le acompaña a la puerta.

-que te vaya bien Shōto, con cuidado, haz amigos y ya no te metas en más peleas. 

-no lo haré.

Fuyumi ríe porque estaba seguro de que Shōto no entendió que se lo decía en broma.

Porque Shōto era tan denso y cuando llego de la escuela ya estaban todos listo para la comida y solo faltaba él.

Llegó se sentó y aún sintiéndose culpable por la incómoda cena que tuvieron el día anterior por su culpa, había tomado la iniciativa de empezar la conversación él diciendo cómo le había ido en la escuela.

Miró como todos comían en silencio hasta que alguien se atreviera a preguntarle cómo le había ido en su segundo día de escuela.

Natsuo había sido el valiente en preguntar.

"Bien, Natsuo he seguido tu consejo"

Natsuo había sonreído orgulloso por él.

"¿Y bien?
"Me meti en una pelea, gane" había contestado tan casualmente mientras su padre se metía un poco de arroz a la boca.

Fuyumi le ayudó a no morir ahogado cuando escuchó aquello.

Ya después aclaro que el capitán del equipo le había dicho que debía ganarle en una pelea de Kyudo si quería estar en el equipo, porque no lo quería aceptar por su condición de omega.

Fuyumi, Natsuo y su padre le felicitaron extremadamente contentos aparte que cuando les contó que había ganado y ahora formaba parte del equipo, estaban más orgullosos que nada de que se hubiera atrevido a querer inscribirse al equipo.

Pero nada quitaba que por dentro habían sentido impotencia porque Shōto hubiera tenido que competir por un lugar en el equipo cuando no había necesidad de eso.

Solo porque era un omega. 

No mencionaron nada para no hacer sentir mal al bicolor.

Al final nada más les había contado eso y que había hecho una amiga ahorrándose el mencionar a Bakugō porque eso conllevaba a mencionar a Touya acosándole por toda la escuela.

Entre Pinos y Rosas -DekutodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora