As de corazones | Satoru Gojo × OC | +18

[Capítulo 10]

Capítulo extra largo :(
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En el capítulo anterior...

En lo que tardé en parpadear, ya estabamos en mitad de un lago, literalmente. Frente a nosotros, había una maldición que si mis sentidos no me fallaban, era de categoría especial.
Con una especie de volcán en la cabeza por cierto.

-¿Eh? ¡Es el monte Fuji! - soltamos Itadori y yo al mismo tiempo.

-Misma neuronita por lo que veo -gruñó Satoru.

-Que necio eres Gojo Satoru, te atreves a traer a dos estorbos - comentó el cabeza volcán, haciendo que la vena de mi frente se inchase considerablemente rápido.

Definitivamente se arrepentiría de haberme llamado estorbo

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POV SATORU

-¡Estorbo tu existencia! ¡Ser tan débil como tú debería ser delito! -replicó Kishi, pataleando sobre mí.

-Cállate -ordenó el cabeza volcán

-Vas a darle órdenes a tu puta madre - Kishi se bajó de mí hombro, ignorando mis quejas. Para mi sorpresa, ella sacó su baraja de cartas y los pendientes de su bolsillo.

-Vaya, una Igarashi eh - comentó la maldición.

-Me llamo Kishi, no me llames por mi apellido si no quieres que te arranque la cabeza - aclaró demandante.

-Vaya, que nombre tan interesante -empezó a reír -Jogo, un placer -

-Ojalá poder decir lo mismo - espetó Kishi con una sonrisa de medio lado.

-Si vais a ser dos, permitidme traer a alguien más -chas
-Si vais a ser dos, permitidme traer a alguien más -chasqueó sus dedos y una maldición enorme de apariencia abstracta y rocosa apareció a su lado -Os presento a Hanami -

-????? -era imposible entender a ese bicho.

-Como si traes a diez más, me da igual -comentó Kishi, retadora como siempre.

-Bien, pues veamos de que estás hecha -incitó Jogo.

-Encantada de mostrartelo -conocía aquella sonrisa, iba a activar su ritual.

Observé todo lo que sucedió a continuación como un adolescente enamorado.

Kishi sacó las cartas de la baraja, agarrándola con tan solo dos dedos.
Sin dejar de observar a Jogo y a Hanami, lanzó las cartas al aire, dejando que estas se mecieran con el aire a su gusto.

Levantó sus brazos con lentitud hasta la altura de su pecho de forma elegante, dejando ver sus preciosas manos iluminadas por la luz de la Luna que conseguían hipnotizarme.
Las cartas que aún se dejaban caer a su gusto, ahora se habían detenido en seco, levitando.

Con tan solo un chasquido de dedos, las cartas se acercaron a ella, dejando estelas moradas de energía maldita por el camino. Parecía un festival de luces que si por mi fuera, jamás dejaría de observar.
Ahora las cartas giraban a su alrededor, rodeando a Kishi de esa luz morada que la hacía ver más preciosa todavía, si es que eso era posible. Su cabello se movía levemente con él viento que creaba el propio movimiento de las cartas.

-Parece una diosa -musitó Itadori, embobado por el espectáculo.

-Lo és -admití con una sonrisa en los labios.

Kishi avanzó a paso lento hacia Jogo, con las cartas rodeandola en perfecta armonía. Verla después de tantos años, usando su ritual con el que solía quedarme embobado por horas, hacía que mi corazón latiera como loco.