As de corazones | Satoru Gojo × OC | +18

[Capítulo 24]

CAP SÚPER LARGO JEJE

KISHI

Me miré al espejo una vez más, intentando encontrar el valor suficiente en mi propio reflejo. El juego de la botella iba a traer problemas, lo sabía, pero aún así, quería tomar ese riesgo. ¿Qué es lo peor que podría pasar? De todas formas, había muy pocas probabilidades de que me tocara con Nanami. 

Me acomodé los tirantes del vestido una última vez, antes de salir por la puerta y quedarme sin aliento. 

Estaba apoyado en la pared, esperándome con las manos en los bolsillos y mirando hacia abajo, serio. Se había cambiado de ropa, y ahora iba vestido con un traje, pero la chaqueta colgaba de su brazo. 

Las mangas de su camisa estaban por sus codos y su corbata no estaba bien atada, pero a él le quedaba perfecto.

—Satoru —llamé su atención —. Ya podemos irnos. 

Ladeó su cabeza, hasta coincidir mi mirada con la suya y recorrer mi cuerpo en un rápido vistazo. Una leve y tímida sonrisa adornó su rostro y se acercó a mí. 

—Estás preciosa —admitió, quedando frente a mí. 

Una corriente ardiente recorrió mi cuerpo, desde las puntas de mis pies hasta mi cabeza, centrándose en mi pecho. 

—Gracias —sonreí de vuelta —. Tú también estás muy… Ya sabes. 

Soltó una risa pícara como respuesta. Caminamos uno al lado del otro, en silencio, algo incómodo. 

Éramos conscientes de la línea que habíamos pasado media hora atrás y, aunque la presencia de Mei Mei nos había permitido huir de nuestras responsabilidades, ahora teníamos que enfrentar la realidad. 

Habíamos traicionado a Suguru. 

Él había fallado como mejor amigo. 

Yo había fallado como ex pareja y como persona. 

—¡Ya os he dicho que no quiero ver Ladybug! —gritó una voz que conocía a la perfección, al final del pasillo. 

—Por favor, Fushiguro —pidieron dos voces al unísono. 

Satoru y yo nos dedicamos una mirada cómplice antes de seguir la voces y averiguar de qué se trataba. No pude evitar reír al ver a Nobara e Itadori poniéndole ojitos tristes a Megumi. 

—Buenas noches —saludé, al igual que Satoru. 

Megumi nos recorrió con la mirada y se acercó a nosotros después de su análisis. 

—Buenas noches —saludó de vuelta. —¿A dónde váis? 

—Vamos a cenar con el resto en un bar de por aquí —respondió Satoru. 

Antes de decir algo más, Megumi se acercó un poco más a nosotros, asegurándose de que sus amigos no escucharan. En ese instante, vi la preocupación mezclada con la ilusión en su mirada. 

—¿Habéis arreglado las cosas? —inquirió, en un susurro. 

Iba a contestar, pero Satoru se me adelantó. Pasó su brazo por mi hombro y me pegó a él con una gran sonrisa, mostrando todos los dientes. 

—Claro que sí —le dio un golpe en el hombro a Megumi —. ¿Qué esperabas?

—Me alegro mucho, de verdad —sonrió genuinamente. 

El calor de los brazos de Megumi recorrió todo mi cuerpo en una dulce sensación. Nos abrazaba a mí y a Satoru a la vez, y nosotros, no dudamos en corresponder. A este abrazo, se sumaron Nobara e Itadori, que aunque no tenían ni idea de por qué nos estábamos abrazando, lo hicieron igualmente.