[Capítulo 22]

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Kishi

Al fin es el día del Festival de intercambio con Kioto. Los alumnos corren de aquí para allá, nerviosos por los combates, y una suave melodía envuelve toda la escuela.
Hay banderines y decoraciones que llenan de vida y alegría al lugar, casi haciéndome olvidar lo crueles que eran estos festivales.

A lo lejos, veo a Mei Mei subir las escaleras con un modelito que probablemente cueste el triple del dinero que tengo en el banco.
No puedo evitar reír al verla así de feliz, dando brincos como una niña pequeña.

—¡Kishi! ¡Ya estoy aquí! ¡¿Me ves?! —pregunta a la distancia sacudiendo la mano frenéticamente.

—Como para no hacerlo —susurro para mí misma —¡Te veo perfectamente, canosa!.

—¡Oye! ¡Serás zorra! ¿Acabo de llegar y ya estás así? —insulta mientras se aproxima a mí a una velocidad inhumana.

—Es broma, vieja —me encojo de hombros, vacilante.

Algún día de estos me voy a ganar una paliza.

—Voy a arrancarte cada pelo del coño con pinzas uno por uno y te los voy a poner de bigote —amenaza y seguidamente, me pega una colleja.

—Todo menos eso, por favor —rio mientras la abrazo —¿Preparada para que mis estudiantes humillen a los tuyos?

—Ni en tus mejores sueños, bonita —se separa y se cruza de brazos, orgullosa.

—Bueno, ya veremos —me encojo de hombros. —¿Qué tal te va por Kioto?.

—Muy bien, Kioto es mil veces mejor que Tokio —presume mientras arrastra su maleta.

—¿Es necesario convertir todas nuestras conversaciones en una competición? —la miro con una gran sonrisa —Porque tienes todas las de perder.

—¿Tú crees? —pregunta desafiante.

Cuando voy a empezar a discutir con argumentos de dudosa veracidad, un OVNI, (Objetivo Volador No Identificado) llama mi atención, y la de Mei Mei, bueno, la de todos.
En otra ocasión, habría pasado completamente, pero una cabellera negra en forma de erizo de mar me hace no hacerlo.

—¿Ese era mi niño volando? —pregunto sin darle mucha importancia.

—Sí, y creo que sé la causa de su despegue —Mei Mei señala hacia la derecha, donde están dos estudiantes que no conozco de nada.

Casualmente, nótese mi sarcasmo, Nobara estaba siendo apuntada con un arma, por una chica de pelo corto negro y ojos felinos.
Me recuerda a alguien, pero ahora mismo no sabría decir a quién.

—¿Les enseñas eso en tus increíbles y magníficas clases? —camino hacia ellos, concretamente hacia la chica que está apuntando a Nobara.

—Sí, ¿qué te parece? —cuestiona.

La ignoro y meto mis manos en los bolsillos, tomando una postura algo más cómoda.
La loquita del pelo corto curva una ceja al verme y después frunce el ceño.

—¿Eres tú el reemplazo de Utahime? —espeta.

—La misma —respondo con indiferencia.

—¡Kishi! ¡Dile que me suelte! —ruega Nobara.

La chica ríe con desprecio, mirándome por encima del hombro. —No veo nada especial en ti.

—Yo tampoco veo algo especial en ti —expreso tranquila. No voy a perder los nervios con alguien diez años menor que yo, lo tengo claro.

As de corazones | Satoru Gojo × OC | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora