As de corazones | Satoru Gojo × OC | +18

[Capítulo 13]

HOLAAAAAAASSS

CAP SIN CORREGIR HEHEHEHEH.

No voy a hacer la bromita con lo del número del cap...
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POV KISHI

Abrí los ojos lentamente, sintiendo una extraña neblina en mi mente. La habitación a mi alrededor era oscura y desconocida, lo que aumentó mi confusión. ¿Dónde estaba? ¿Cómo había llegado aquí?

Traté de incorporarme, pero mi cuerpo no respondía como esperaba. Una debilidad inusual me invadió, recordándome que algo no iba bien. Mi corazón comenzó a palpitar con fuerza mientras luchaba por entender mi situación. ¿Qué me había sucedido? ¿Por qué estaba tan débil?

Mi mirada recorrió la sala, en busca de respuestas. Para mi sorpresa, no estaba sola. Había alguien sentado en un sillón al lado de mi cama. La emoción se apoderó de mí cuando vi a esa persona.

Gojo estaba ahí, cabizbajo y de brazos cruzados, todavía con el uniforme puesto.
Un nudo se formó en mi garganta mientras lo observaba, sin poder apartar los ojos de él.

Siempre había sido distante conmigo desde que llegué, y no sin razón. Pero a pesar de eso, él estaba ahí, sin separarse de mí. Me incorporé sobre la cama, llamando su atención.

El brillo de la luz tenue que se filtraba por la ventana delineaba su rostro. Sus ojos, generalmente ocultos detrás de una máscara de indiferencia, ahora mostraban una mezcla de sorpresa, alegría y preocupación.

-Satoru... -mis labios temblaron al intentar hablar, pero apenas pude emitir un susurro. Mi voz sonó frágil y débil, reflejando mi estado físico.

Gojo clavó sus ojos en los míos. Pude ver una mezcla de asombro y alegría en su rostro, como si no pudiera creer que finalmente me había despertado.
Se levantó del sillón tan rápido asimiló la situación y se inclinó sobre la cama para abrazarme.

-Sabía que te gustaban las siestas, pero esta vez te has pasado -bromeó, intentando camuflar sus ganas de llorar.

-¿Qué me ha pasado? -quise saber mientras correspondía su cálido abrazo.

-No lo sé...- dijo con voz firme pero temblorosa, luchando por contener la emoción.

Las lágrimas llenaron mis ojos mientras lo escuchaba. Era difícil procesar sus palabras y la intensidad de sus sentimientos. Conocía a Satoru, sabía que mentía.

-¿Por qué me mientes? -quise saber.

-¿En qué se supone que te miento? - retó, acercando su rostro al mío.

No retrocedí, no iba a caer en su juego de intimidación, no ahora. Él siempre hacía lo mismo, evitaba los temas haciéndome creer que estaba siendo mala por juzgarle.

-Solo dime si él tiene algo que ver en esto -murmuré con voz entrecortada, mis emociones amenazando con desbordarse.

Él soltó un suspiro y me miró con una seriedad profunda en sus ojos. -No todo gira en torno a Suguru - espetó con asco.

Al ver el humor que tenía Satoru, simplemente decidí ignorarlo. No iba a armar un numerito para que me hablara mejor, eso lo tenía claro.

-Vale -respondí seca, alejando mi rostro del suyo.

Me levanté de la cama, dispuesta a ponerme en pie, pero como no, él no lo permitiría.

Satoru me agarró por la espalda y me volvió a tumbar de un leve tirón de camisa -Quieta -ordenó.

-Joder, estoy bien - rodé los ojos.

-No, no estás bien, y hasta que no te de el permiso no vas a moverte ¿de acuerdo? - aclaró, amenazante.