As de corazones | Satoru Gojo × OC | +18

[Capítulo 17]

HOLA HOLAAAAAAAAAAAAAAAA

COMO ESTÁN? ESPERO QUE BIEN Y SI NO ES ASÍ DESEO QUE ESTÉN BIEN PRONTOOOOOOOOOO.

OS AMO MUCHO Y AQUÍ OS TRAIGO UN CAPÍTULO PARA ALEGRAR VUESTRO DÍA (O ESO INTENTO)

UN BESITO MUAAAAAAK.

CAP SIN CORREGIR, COMO SIEMPRE.

EL CAPÍTULO EMPIEZA CON EL FINAL DEL CAPÍTULO ANTERIOR, PARA RECORDAR UN POCO POR DONDE IBA LA HISTORIA MUAAAAKKKKKKKK

***

POV KISHI

Mi pecho estaba pegado al suyo y mis brazos, de alguna forma u otra, habían acabado enredados en su nuca. Sentí la respiración de Satoru contra mis labios por la cercanía, al igual que cada uno de sus músculos.

Él, en lugar de molestarse como pensé que lo haría, me dedicó una sonrisa torcida llena de egocentrismo y susurró -Si me echabas de menos solo tenías que decirlo -.

Noté como mis mejillas se tornaban rojas -Idiota - espeté con desgana, sin darme cuenta del mote que acababa de utilizar.

-Pequeña - musitó vacilante.

Toda la rabia que sentía en aquel momento se esfumó de un momento a otro. Ese mote resonaba por toda mi cabeza, haciendo que una chispa de esperanza se encendiera en mi interior.

Satoru siempre me había llamado así en el pasado.

-Por si se os olvida, tenemos que entrenar -vaciló Megumi en alto, haciéndome reaccionar.

Me separé de Satoru inmediatamente y me incorporé de nuevo. Preparé mi voz antes de hablar y me puse firme, mirando a los demás con determinación.

-Bueno pues como os estaba diciendo... -me atreví a hablar.

En el momento en el que tenía pensado continuar con mi interesantísima lección de caídas, escuché una pequeña risita burlona a mis espaldas. Me giré ya con la vena de la frente al borde de estallar, encontrándome con Satoru tapándose la boca con la venda de sus ojos.

-¿Y tu de que te ríes? - pregunté, matándolo con la mirada de mil formas distintas.

Satoru no contestó, simplemente dio unos pasos hasta llegar frente a mi y quedarse completamente quieto.
Levantó su mano con parsimonia hasta llegar a mi cabello, retirando los restos de césped que habían quedado en él por la caída.

Al pensar que había intentado hacerme la dura teniendo césped en la cabeza, no pude evitar sentir una vergüenza abrumadora, simplemente quería que la tierra me tragase y lo peor no había sido eso. Lo que más vergüenza me causaba era la burla de Satoru hacia mí, había quedado como una idiota y por algún motivo, eso me hacía querer desaparecer.

-Continúa con tu súper explicación -vaciló Satoru en un susurro.

-Voy a matarte - amenacé sin siquiera poder mirarlo a los ojos.

-Inténtalo -retó con superioridad.

-No me lo digas dos veces -contesté con un gruñido.

-Vale, pequeña -hizo énfasis en aquel mote, desorientándome de nuevo con su maldita sonrisa burlona.

-Corre por tu vida -advertí mientras sacaba las cartas de mi bolsillo.

Satoru soltó una carcajada y empezó a correr. Yo respiré profundo, preparándome para perseguirlo, mientras que Megumi se reía por lo bajo al ver la situación.