Una pasión peligrosa

Capítulo 7

―Si ―Repito con un grito ahogado. Su boca ataca la mía mientras sus manos me quitan la ropa. Puedo sentir el deseo en cada uno de sus movimientos, en la forma en la que su lengua brega con la mía, en el empuje de su cadera contra la mía. 

Se aparta ligeramente y baja mis pantalones, de nuevo me besa, mientras se libra de mi blusa. Soy incapaz de razonar, con Seung todo es pasión, es frenesí. ¡Es locura!

―Desnúdame ―Me ordena. Obedezco y comienzo a despojarlo del abrigo, paso los dedos por la tela de su camisa, aumentando la inquietud por sentir su piel― Sid ―Jadea en mi oído, mordiendo ligeramente mi lóbulo.

Mete sus dedos por el encaje de mis bragas y se los desliza hasta alcanzar mi sexo, gimo y me retuerzo sobre el sofá cuando introduce uno de ellos.

―Mmm... Más que dispuesta ―Susurra y con premura se desabrocha los pantalones. Me quedo inmóvil mientras termina de sacarse la ropa. Su miembro esta duro, la boca se me hace agua al recordar la escena del baño y me muerdo los labios― Hoy no pequeña ―Dice con una sonrisa ladina acercándose a mí― Hoy necesito que tengas tu boca libre, hoy quiero escucharte gritar ―Lo descarado de sus palabras me acelera la respiración. No se anda por las ramas y quizás eso es lo que me hace perder la cabeza.

Toma el elástico de mis bragas y las desliza por mis muslos, las arroja al piso y separa mis piernas, sostiene con una mano su pene mientras lo acaricia de arriba abajo. Contengo la respiración mientras lo coloca en la entrada de mi sexo. Sus ojos encuentran los míos y descubro en ellos la lujuria.

Se toma su tiempo, provocando que mi ansiedad crezca. Sus ojos recorren mis pechos y descienden hasta mi sexo.

―Se mía ―Entonces con un empuje lo introduce por completo.

― ¡Seung! ―Grito ante el dolor que su asalto me provoca. Sonríe y se inclina pasando su lengua por mi labio inferior.

Comienza a moverse despacio, cierro los ojos y me aferro a sus hombros.

― ¿Qué deseas? ―Pregunta con voz sensual. Me obligo a abrir los ojos y verlo― Dime que quieres que haga ― ¿Qué quiero?

―Tú lo sabes ―Logro contestar. Niega.

―Dímelo ―Empujo la cadera intentando forzarlo a continuar, pero no se mueve― Pídemelo ―Dejo escapar una exclamación de indignación. ¿Me hará suplicar? Recibo otra embestida y jadeo― ¿Quieres esto?

― ¡SI!

― ¿Así? ―Sale y golpea con fuerza. Lo que provoca que muchas luces se proyecten debajo de mis parpados― Mírame, Sid ―Obedezco y entonces me besa mientras mueve sus maderas a un ritmo arrebatador.

― ¡Mas! ―Jadeo hundiendo las uñas en sus hombros. Me muerde el labio y luego baja por mi cuello. Echo la cabeza atrás, mientras nuestras caderas colisionan. Siento la presión de sus dientes en mi cuello y pierdo el control. Me abrazo a su espalda deslizando mis dedos por sus omoplatos.

Seung gruñe por el dolor que le provocan mis ataques, pero no cede, al contrario aumenta aún más sus ataques. El dolor ha sido reemplazado por el placer, las piernas me tiemblan y siento los primeros indicios del orgasmo.

― ¡Seung! ¡Mas! ―Grito desesperada. Su boca se cierra sobre mi pezón y entonces eso acelera el ritmo de mi exaltación.

― ¿Lista? ―Pregunta.

― ¡Si! ―Con una estocada que me hace temblar, exploto. Escucho un gruñido feroz que me indica que él también lo ha alcanzo. Siento la tibieza de su esencia en mi interior y mi cuerpo se vuelve blando.