Una pasión peligrosa

Capítulo 13

Ninguno de los dos habla. No puedo creer que Min se lo haya dicho de esa forma tan directa, nunca ha sido así y menos con alguien de su familia.

―Claro, primo ―Responde Seung con tranquilidad― Justo hoy iré a ver un departamento ―Sé que eso es mentira, pero él actúa tan despreocupado y como si no le afectara.

―Perfecto ―Contesta Min. Mantengo la vista en mi plato, sintiéndome avergonzada y molesta, aunque no sé qué es más fuerte.

Si el sentimiento de sentirme culpable con mi marido o el hecho de que lo haya echado de esa forma. ¿No quiero que se vaya? ¿Por qué? Sabía que tendría que marcharse y lo había asumido, pero... ya no estoy segura de nada.

***

― ¿Qué pensara Seung? ―Murmuro sin mirarlo.

―No tiene que pensar nada ―Asegura con indiferencia Min― ¿Por qué lo dices? ―Me giro ligeramente para verlo a la cara. Realmente pareciera que no le interesa, hojea el periódico tranquilamente.

―Debe creer que soy una mala persona, yo te lo pedí y seguro se habrá dado cuenta ―Comento dándole la espalda y negando. Si, Seung lo sabe, pero en realidad no es lo que me tiene mal. Sino el hecho de saber que... ya no podremos estar juntos. No puedo creer que sea eso lo que me preocupa.

― ¿Y porque te importa lo que piense? ―Pregunta con brusquedad tomándome por sorpresa. Me doy la vuelta y compruebo el semblante de mi marido. Podría jurar ver la molestia en sus ojos― Además él te incomoda ¿No? ― ¿Está probándome?

―Si ―Si no supiera como ocultar mis sentimientos, seguro que se daría cuenta― Pero es justo por eso que me siento un poco mal ―Regreso hacia el fregadero y continúo enjabonando los platos. ¿Qué ha pasado en ese viaje? ¿Porque min actúa así?

Su móvil timbra, escucho como gruñe y atiende.

― ¿Qué? ―Pregunta abruptamente. Definitivamente esta de malas hoy o ¿habrá problemas con la empresa? No, definitivamente hay algo más, pero ¿qué? ― ¿Ahora? ―Resopla y el chillido de la silla contra el piso, me indica que se ha pues de pie― Si, ya entendí. Ahora voy ―Cuelga y no demora en llegar a mí― Tengo que salir ―Anuncia pegándose a mí. ¿Qué me pasa? ¿Por qué lo repele mi cuerpo?

―Está bien ―Aseguro con voz cariosa. Se restriega contra mi trasero y desliza sus manos por mi vientre. No dice nada insinuante, pero su gesto es bastante evidente.

―No tardó.

―Si ―Respondo entre dientes mientras lo siento alejarse. No me muevo de mi sitio, escucho atenta sus pasos y luego al sonido de la puerta al abrirse y luego cerrarse de nuevo.

Suelto el aire que sin darme cuenta retenía y cierro la llave. ¿Qué ha sido eso? Me paso la mano por la frente y cierro los ojos. Esto no está nada bien. No debería temerle a mi marido y desear a otro hombre. ¿Qué ha pasado con mi sentido común? Tomo el trapo y me giro.

Me quedo de piedra. Seung está en la puerta, me mira fijamente con una expresión molesta. Supongo que nos ha visto, mejor dicho, habrá visto la Min. Abro la boca, pero él se anticipa.

―Me iré hoy mismo ―Siento como si me golpean en el estómago y necesito hacer acopio de todas mis fuerzas para no cambiar mi expresión.

―No tienes que...―Niega.

―No voy a ponerte las cosas difíciles, Sid ―Sus palabras me dejan de nuevo atónita. ¿Por mí?

―Seung ―Niega y sale― Espera ―Lo sigo hasta su habitación y sujeto su brazo― Espera ―Lo miro suplicante y sintiéndome culpable― Yo no se lo pedí ―Aseguro― Si antes, pero no ahora, no entiendo que ha pasado... yo... ―Me mira fijamente, seguramente intentando encontrar la mentira― Incluso le dije que no era necesario que te fueras ―Cierra los ojos y sacude la cabeza.