Choose us, Pete! [VEGASPETE]

Capítulo 8

—Debes golpear con más fuerza, Macao. —Vegas señaló desde la esquina del jardín. Su hermano y Pete se giraron hacia su dirección, les dedicó una negativa con la cabeza.

Los había estado observando, no tenía quejas por parte del guardaespaldas de la primera familia. Pete era estricto en sus lecciones, a pesar de las sonrisas fugaces que le ofrecía al menor con cada avance. Sin embargo, su hermano no lucía seguro en sus golpes. Medía la intensidad con la que los lanzaba, Vegas rápidamente supuso que era por no querer lastimar al omega. Lo que parecía frustrarle al último y no lo culpaba. Indirectamente, Macao lo estaba subestimando y a su vez, impidiéndole prepararlo para una eventual pelea. Podía sentir la misma desesperación que él experimentaba ante las objeciones de su pequeño hermano a que lo entrene, "¿sería posible creer que ambos compartan esa necesidad por cuidar de Macao?".

Las muecas de Pete eran su respuesta, el guardaespaldas buscaba que el boxeo sea una herramienta que el menor usara para su defensa. Que Vegas se decidió a intervenir, avanzó hasta ellos y se puso detrás del omega dominante. La lavanda se tornó un tanto amarga por la frustración, quiso burlarse de ello. Mas no quería terminar enojando al instructor, temía a que se rindiera con ambos. Pues el desayuno y la breve discusión que se tuvo con el resto de sus compañeros no le era suficiente, cada jodido segundo le servía.  No podía desaprovechar esta oportunidad, así que se limitó a llevar sus manos sobre la cintura de Pete.

—No te preocupes por Pete, yo lo sostendré. —Vegas avisó con una enorme sonrisa, Pete no tuvo que voltear para imaginársela. Tragó saliva, se tensó. El sándalo volvía a impregnársele y a querer abrumarlo con esa carga territorial que escondía, mientras que la respiración de Khun Vegas golpeaba directamente sobre su nuca erizando su piel por debajo de su ropa.

Las piernas y manos del guardaespaldas abandonaban su firmeza, la posición en la que estaba no le ayudaba. No podía siquiera intentar apartarse del alfa dominante sin alarmar al menor, lo que le hizo bufar. Si quería que Khun Macao se soltase y le permitiese conocer su fuerza, debía permanecer con su sonrisa y predispuesto a aceptar la ayuda supuestamente inocente del primogénito de Khun Kan. "Era increíble cómo Khun Vegas lograba acorralarlo".

—No lo sé, ¿confías en mi hermano, Pete? —Macao preguntó, aún no convencido. Pete instintivamente se giró hacia la derecha, topándose con el rostro de Vegas tan cerca. Ahí estaba nuevamente esa peligrosa determinación en sus ojos, esa sensación de haber sido atrapado por la oscuridad del alfa.

—Lo hago, Khun Macao. —El guardaespaldas contestó, forzado a no dejarse arrastrar a ese llamado que enloquecía a su omega interior. —. Confío en su hermano.

—Haces bien, Pete. —El agarre de Vegas sobre la cintura de Pete se hizo más fuerte, pegándose más a él. —. Yo jamás te soltaría.

Pete asintió, evadió la mirada de Khun Vegas por regresar su atención al menor. Le dedicó la misma sonrisa, esperando que le bastase que su hermano le respaldara. Lo que parecía funcionar, el alfa dominante no se había equivocado. Macao empezó a golpear duramente contra el guardaespaldas de la primera familia.

Vegas y Pete miraron orgullosos a Macao, cada ataque era mejor que el otro. Incluso lograba hacerlos retroceder unos cuántos pasos, aquello era para festejarlo. El menor no tendría problemas en defenderse, siempre que continuaran entrenándolo juntos -porque solo así Macao no tendría miedo de sacar su verdadera fuerza. El omega se giró al heredero de la segunda familia; consciente de aquello, iba a pedirle directamente a Vegas que fuera su soporte en las lecciones que aún podría darle al menor en su estadía -de no ser por el abrupto abrazo al que Macao los sometió a los dos.

—Han cumplido dos de mis sueños, ¿creen que puedan seguir consintiéndome?

Vegas rodó los ojos, la calidez que sentía en su pecho era extrañamente mágica. Le gustaba tanto, que no pudo evitar sonreír y despeinar los cabellos de su hermano. —Depende de lo que nos pidas.