Capítulo 12

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Frío, un desgarrador frío.

Pete estaba acostumbrado a recibir las mañanas temblando por el desgarrador frío, jurando que su cuerpo se convirtió en uno de cristal y que dolorosamente le advertía de su pronta ruptura. Era una agonía respirar, levantarse y partir al campo de entrenamiento para recuperar su temperatura en intensos maratones; no recordaba las veces que solía quedarse en cama hasta pasada las cinco de la mañana, podía incluso jurar que no existían. El omega dominante jamás había despertado con tanta tranquilidad, exceptuando claro la vez que durmió acompañado de Khun Vegas y Khun Macao en los sillones de la sala de cine.

Dudaba que fuera mera coincidencia, mas no quería discutirlo tan temprano. Su mente estaba en blanco, simplemente encargándose de memorizar este momento. Era extraño, bastante reconfortante. Despertaba no solo acunado por la calidez del heredero de la segunda familia, sino perdido por la belleza serena que se posa en el rostro de Khun Vegas. Lo había estado observando, descubriendo cómo aquel rostro que solía aparentar rudeza y malicia se tornaba tan pacífico, tan incapaz de cometer las atrocidades de las que Khun No lo acusaba. Sonrió incrédulo, removió los cabellos sueltos que caían en su frente y parecían fastidiarlo. Sus dedos volvieron a tocar sus mejillas, a delinear el borde de estas y detenerse en su mentón.

El alfa dominante en respuesta lo jaló más hacia él, enterró su nariz en los cabellos del menor y ronroneó. Pete rio bajito por lo inusual de la situación, no iba a mentirse y mostrarse arrepentido. No lo estaba, en lo absoluto. Dejarse vencer por Khun Vegas era liberador, porque en esos instantes de intimidad podía ser solo Pete -un chico sureño que fácilmente podía ser feliz con esta compañía. Nuevamente sonrió, aferrándose de estos últimos minutos. Porque no se repetiría, aquel hombre que tan cómodamente lo abrazaba continuaba siendo el rival de la primera familia y él, un guardaespaldas leal a Khun Korn y sus hijos.

Que tras conseguir apartarse y poner en su lugar a una almohada, se dispuso a recoger su ropa. Dolía agacharse, caminar. Mordió sus maltratados labios para que no se le escapara alguna queja, terminando apenas de cambiarse. E iba a retirarse de la habitación, mas sentía ese llamado por regresar a la cama. No se acostó, se quedó al costado del alfa dominante. Sus manos volvieron a acariciar sus cabellos revueltos, mientras que se acercaba lentamente. Su omega interior lamentaba tener que dejarlo, no acatar su petición de despertar a su lado. No podía quedarse y ser lo primero que vea, debía regresar antes de que el resto empiece su día y con ello, sus amigos.

Suspiró, cerró sus ojos y depositó un tierno beso en la mejilla del heredero de la segunda familia -quien le robó una sonrisa al verlo apegarse más a la almohada que guardaba su aroma.

—Hasta luego, Khun Vegas. —Pete le susurró, retirándose finalmente de la habitación. Se escabulló por los pasillos, evitó cruzarse con algún hombre de Khun Kan. Falló, se golpeó con P' Nop. Le hizo una rápida reverencia de disculpas, quitándole la oportunidad de que notase su nerviosismo.

El omega dominante se dejó caer en su cama, ahogando varios quejidos para evitar que Porsche se levantara. No quería la mirada acusadora de su amigo encima de él, tenía suficiente con su propia mente. Esa que lo traicionaba al traer los recuerdos de la noche anterior, los besos y las caricias nuevamente hacían arder su piel. Sus mejillas se tornaban, el dolor desaparecía ante ese vívido deseo con el que Khun Vegas lo consumió. Se sintió, jodidamente bien y aquello lo condenaba.

Pete se metió la ducha, dejó el agua helada calmase ese fuego salvaje que aún yacía en su interior. Necesitaba regresarse a su realidad, había una misión que terminar y el deber de volver con Khun No. Creía haberlo conseguido, se vistió con la ropa informal que se requería para lucir como un hombres más de Wang. Tomó unos analgésicos e iba a echarse nuevamente, esperar que Porsche abriera los ojos. Mas dudaba que fuese pronto, terminó por rondar la cocina principal después de haber fracasado en su intento de fumar.

Choose us, Pete! [VEGASPETE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora