02 - LUZ ROJA

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Una vez que llegamos a la base, bajo del avión furioso la misión, aunque fue un éxito para mi ego fue una completa humillación. Tardamos un día en salir del país ya que debía confirmarse que el comandante de Spectrus estaba a salvo, pero el muy imbécil solo se comunicaba con el que supongo es el teniente de su unidad, Matteo y el ministro, tenemos el mismo rango y ese hijo de puta se pasó el mío por el culo.

- Comandante – me detengo frente a mi hermano que me observa advirtiéndome con la mirada que mantenga la calma. – teniente – se dirige al hombre con quien he mantenido comunicación desde que encontramos a los Spectrus – el ministro dio órdenes para que nos encargáramos que de que todo esté bien con ustedes – señala un grupo de soldados tras él. – la comandante llegara en unas horas.

- Entendido, general – el teniente y los demás miembros le dan un saludo militar antes de que se marchen.

- Vayan a descansar – ordeno a mi equipo sin apartar la mirada de mi hermano - ¿Qué demonios sucedió en Azerbaiyán? – gruño mirándolo a los ojos – fui tratado como un puto soldado raso, hasta esos putos perros parecían con más autoridad que yo que soy un puto COMANDANTE.

- Santino... - mi hermano empieza hablar, pero somos interrumpidos por uno de los soldados.

- General, Comandante – nos da un saludo militar – señor, el ministro pide hablar con usted – le habla a mi hermano.

- Luego hablamos – sin más mi hermano se va junto al soldado dejándome mas furioso de lo que estaba.

Camino a través de la pista hasta el edificio donde se encuentran los dormitorios ya que me urge una ducha con agua muy fría. Al entrar a mi habitación lanzo mi maleta con rabia caminando hacia el cuarto de baño donde me desnudo antes de entrar a la mampara.

Apoyo una de mis manos en los azulejos en lo que el agua empieza a caer en mi espalda tratando de relajarme antes de ir a buscar a mi hermano ya que necesito que explique qué mierdas sucedió. Levanto el rostro haciendo que el agua me golpee el rostro.

"la comandante llegara en unas horas" – recuerdo las palabras de mi hermano haciéndome fruncir el ceño.

- Es un ella – murmuro sorprendido ya que todos los comandantes de la organización son hombres.

Mis pensamientos son interrumpidos cuando unas delicadas manos me rodean la cintura al tiempo que sus labios besan mi espalda, suspiro en lo que una de sus manos baja por mi vientre hasta tomar mi miembro.

- Debo enterarme por terceros que has regresado – escucho la voz de mi novia mientras su mano empieza a subir y bajar con suavidad por mi pene que empieza a endurecerse.

- Quería bajar un poco el cabreo que tengo – respondo cerrando los ojos llenándome de paciencia ya que me encuentro furioso y cuando estoy en este estado opto por alejarme de Aleksa ya que me pongo en modo animal en el sexo y ella es delicada.

- ¿tan mal fue la misión? – niego con la cabeza sintiendo sus besos en mi espalda y el movimiento de su mano deseando que sea un poco más agresivo ya que en este momento un poco de sexo fuerte es lo que más deseo para sacar de mi sistema el enojo que cargo.

- La misión fue un éxito – digo dándome la vuelta para besarla – solo que pasaron cosas que me tienen cabreado.

Ella me regala una hermosa sonrisa antes de estallar sus labios con los míos iniciando un beso como solo ella sabe hacerlo. Sus labios se mueven con delicadeza me muevo a su ritmo tratando de controlarme. Tomo una de sus piernas poniéndola en mi cintura antes de entrar en ella con lentitud haciéndola gemir, empiezo a embestirla aumentando un poco el ritmo de estas, pero la sintiendo como tiembla en mis brazos.

ANAM CARADonde viven las historias. Descúbrelo ahora