15- SINIESTRO

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Definitivamente no esperaba encontrarme con esto

Pienso en lo que escaneo el lugar con mis binoculares, hace unos treinta minutos llegamos al lugar marcado en las coordenadas, mi quipo y el de Santino fue distribuido por el lugar rodeándolo tratando de buscar información. Cuando llegamos al punto en el mapa creí que encontraríamos casas abandonadas o un lugar desolado, pero no es así, en su lugar el pueblo parece una versión en miniatura de las vegas.

- Reporte – pido observando los pequeños edificios que no superan los cinco pisos, pero los cuales son lujosos y modernos.

- A02, en posición... – habla Anthon y ha este le sigue el resto de mi equipo.

Mientras los escucho desvió mi atención del pueblo hacia el punto donde se encuentra Santino y al verlo siento como mi adolorido sexo se contrae, lo que sucedió hace unas horas viene a mi mente. Soy consciente de las marcas en mi cuerpo y solo pensar en estas es suficiente para excitarme.

- S01, en posición... - su voz ronca es afrodisiaca para mí, por lo que respiro profundamente tratando de concentrarme en el trabajo.

- Atención – hablo a todos volviendo mi atención al pueblo – hay que buscar el lugar que resguarda lo que buscamos, así que encuentren ese lugar.

- Entendido, comandante – hablan al unísono en lo que yo decido meterme en la boca del lobo, por lo guardo todo mi equipo en una mochila escondiéndola tras unas rocas antes de dirigirme al lugar.

- ¿Qué crees que haces? – gruñe Santino notablemente molesto.

- Mantén tus ojos en el objetivo que te asigne –gruño en respuesta caminado lentamente estudiando el lugar.

Hay casinos, bares, clubs nocturnos, restaurante y hoteles, las personas en las calles son criminales, solo hay que verlos para saberlo. Hay hombres armados por donde sea que veas. Interesante, pienso deteniéndome frente a un letrero.

- Helheim - murmuro viendo como una caravana escolta un Roll Royce negro.

- Reino de la muerte – habla Anthon, pero mi atención esta fija en la caravana que se detiene justo frente a mí.

Me dirijo al callejón escondiéndome en las sombras viendo como del lujoso auto baja un elegante y muy atractivo hombre mayor, frunzo el ceño al verlo ya que hay algo familiar en su apariencia.

- Creo que encontré mi aguja – digo viendo como de un todoterreno baja una mujer con rasgos asiáticos y de otra baja un hombre de aspecto intimidante. – atentos – ordeno viendo como estos rodean los autos de los que bajaron abriendo las puertas traseras y de estas bajan dos mujeres que al verlas me dejan sin aliento.

Son bellísimas, las dos están vestidas por completo de negro luciendo elegantes y poderosas. Un pequeño ejército las rodea en lo que caminan al interior del lugar. Sus rasgos son muy similares, aunque el color del cabello es diferente. Una es pelinegra y la otra castaña, la mujer asiática se acerca a la pelinegra diciéndole algo que la hace detener un momento, esta frunce el ceño dirigiendo su mirada al callejón encontrándose con la mía aunque no creo que ella lo sepa.

Sin más retoma su camino al interior dejándome con más interrogantes. ¿Por qué esas personas me son tan familiares? Me pregunto recostándome en la pared, suspiro volviendo mi atención al lugar que parece un casino notando como llegan más autos.

- Comandante – escucho la voz de Pía a través del auricular – creo que encontramos lo que busca.

- ¿Dónde? – me subo la capucha de mi abrigo saliendo del callejón.

ANAM CARADonde viven las historias. Descúbrelo ahora