01- MISIÓN

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SANTINO RUSSO

Camino lentamente con mis manos en la espalda supervisando el entrenamiento, aunque no es más que una excusa para disfrutar del calor que me proporciona los rayos de sol ya que en mi última misión, mi equipo y yo llegamos hace dos días a Italia luego de semanas en el lugar más inhóspito de Alaska.

- ¿Por qué no estas durmiendo? – escucho tras de mi antes de sentir su presencia.

- Disfrutando del calor – murmuro volviéndome a ver a la pelinegra que me regala una de sus radiantes sonrisas, aquellas que están reservadas únicamente para mí. – esto es algo que no tenía en la última misión.

- Yo puedo ayudarte con eso – me guiña un ojo.

Aleksa Denisov ha sido mi novia desde hace tres años, mi vida a su lado es tranquila ya que es como mi lugar seguro luego de semanas o meses que paso en alguna misión. Aleksa es hermosa, inteligente y tranquila, la quiero y fácilmente podría verme el resto de mi vida a su lado.

- Eso me gustaria – respondo viendo cómo se muerde el labio inferior provocándome, pero cuando esta por responder somos interrumpidos por uno de soldados.

- Comandante – hace el respectivo saludo militar – El general Russo y el Ministro general lo requieren en la sala de crisis.

- ¿el ministro general? – pregunto apresurándome a seguir por que debe ser muy grave.

- Si comandante – responde el chico en lo que avanzamos – el ministro llego hace unos diez minutos.

Rápidamente entramos en el edifico donde se encuentran las oficinas encontrándome de frente con mi equipo quienes vienen igual de apresurados que yo.

- ¿Qué sucede? – pregunto a Enzo Salvatore, teniente de mi equipo.

- Si no sabes tú, ¿Qué sabría yo? – comenta burlón haciéndome rodar los ojos.

- Adiós a mi noche de sexo salvaje – habla Pía a mi lado atándose el cabello en una coleta alta. Ella es la única mujer en mi equipo y es la que nos mantiene con vida al ser nuestro médico.

- Siempre puedo ayudarte con eso – comenta en tono seductor mi sargento Biser Radev haciéndola roda los ojos.

- Tranquilos niños – interfiero cuando veo que ella está por responder, pero en ese momento llegamos a la sala de crisis donde dos hombres resguardan celosamente la entrada. – Comandante Russo – me identifico a lo que ellos me saludan como corresponde antes de abrirnos la puerta.

- "todo se fue a la mierda" – es lo primero que escucho cuando ingreso a la sala en la que se encuentra mi hermano que es el general de esta base y de pie a la cabeza de la mesa el imponente ministro general, Adal Starkov, el máximo jerarca de nuestra organización. adoptamos la postura que nos corresponde mostrándole respeto al hombre que levanta la mirada la cual debo admitir es sumamente intimidante – "solicito extracción para mi equipo" – esa voz hace que la piel se me erice lo que me hace fruncir el ceño – "su posición ha sido expuesta y se encuentran en peligro"

- ¿Dónde estás? – pregunta el ministro, pero antes de que la voz del otro lado pueda responder la comunicación se corta haciendo que el hombre frente a mí se le tense la mandíbula y cierre sus manos en puños con tanta fuerza que estos no tardan en ponerse blancos.

- Los hemos hecho venir porque necesitamos que vayan a una misión de extracción – habla Matteo, hermano a lo que yo asiento con la cabeza – sé que acaban de volver de una misión, pero...

- Son los mejores y esta misión es ultra secreta – intervine el ministro observándome.

- ¿el objetivo a extraer? –

ANAM CARADonde viven las historias. Descúbrelo ahora