INFINITY

El inicio de todo.

Les seré honesta, esto lo escribí en un golpe así que no se como vaya a salir, solo tuve esta idea y ya. Así que para acompletarla le fue agregando cosas. Espero y la disfruten, puede tener faltas de ortografía disculpen. No quiero hacer esto largo pero si quería dejar clara las cosas, como que ocurre en la era feudal, oasea el pasado y es de fantasía. Por cierto es omegaverse. Adiós

Chifuyu siempre había vivido encerrado, no sólo en el el territorio de su padre, si no también encerrado de él mismo. Obligado a cubrí su rostro, con un pedazo de tela fina, para que así los alfa no vieran su hermoso rostro y sucumbieran a sus más instintos bajos.

Era ridículo para él pensar que eso podría llegar a suceder, pero ahora corriendo por su vida en medio del bosque se arrepentía de a ver salido de su hogar.

El sólo quería conocer el mundo.

Corriendo lo más rápido que podía, Chifuyu chocaba contra las ramas, escuchando atrás de él, el sonido del como ese alfa se acercaba. Su tío Hanma.

Cuando Chifuyu llego al final del bosque se encontró con una pendiente. Y en la orilla de esta se encontraba una pareja. El hombre era alto y delgado, su cabello era largo y negro. Chifuyu noto que este hombre era de su misma raza de yokai. La mujer apesar que mostraba una hermosa figura y rostro, su aroma era amargo. Esa mujer debía ser una araña.

La pareja lo observó, pero Chifuyu no tenía tiempo para socializar, corriendo hacia ellos se tiro desdel acantilado, cayendo en el agua fría del río.

Chifuyu se mantendría ahí hasta que Hanma le perdiera el rastro. Solo esperaba que este no lo notará.

Arriba del acantilado Baji y su compañía ignoraron por completó lo sucedió hace un momento y siguieron con su conversación.

— Vamos Baji, únete a mi, con tu fuerza y la mía seremos imparables.

Baji estaba aburrido, ni siquiera sabía quién era estaba mujer que lo había abordado y le hacía perder su valioso tiempo. Solo sabía que su aroma era desagradable.

— Escucha, seré amable contigo, así que lárgate de una buena ves antes de que te atraviese mi espada y te mate.

La mujer sólo sonrió alteneramente, no creyendo las palabras del alfa frente a ella, dando un paso más cercas.

Baji estaba apunto de sostener el mango de su espada cuando otro extraño salió de la bruma del bosque. El nuevo invitado les heló la sangre a ambos.

Era uno de los tres grandes.

Hanma los miro, sonriendo como siempre lo hacía, mostrándose relajado. El sabía muy bien cual era su lugar. Era en la cima.

— Disculpen si los interrumpo, pero no han visto a un pequeño omega de entre unos diez años pasar por aquí, vestía todo de blanco, con su rostro cubierto.