— Podrías al menos decir algo.
Rengoku líder del clan del oeste, cuestionó a su único hijo, mientras ambos veía desde la montaña el territorio del norte.
Apesar de citarse ahí la tierra era buena. Era el lugar indicado para iniciar una colonia. Una colonia donde sólo los yokais pudieran vivir tranquilos sin tener que escondecer de los humanos.
Este era el deseo de los Baji.
El unir a su familia con la del gran líder Draken, les daría el respeto y la fuerza para hacer sus sueños realidad.
La pelea entre los hermanos les había caido como anillo al dedo. Aunque era un gran riesgo, sabían bien que Hanma está loco, pero aseguraban que ellos ganarían.
El palacio del gran líder era extraordinario su estructura era tradicional. El gran salón donde se realizaría la ceremonia estaba bien alumbrado y tenia grandes detalles.
Y aunque los Baji estaban asombrados por todo esto lo que se robo su atención fue ver a dos de las grandes figuras de poder reunidas juntas. Koko y Draken.
— Que maravilloso verlos aquí.
Draken saludo con tanta clase.
— Es un honor para nosotros. Como el líder del clan del oeste, no sabe la dicha que me da esta unió. Le aseguro que mi hijo será un leal y respetuoso compañero para su preciado hijo.
— Me alegra oír eso, para mi Chifuyu lo es todo.
— Y bueno donde este el joven.
La lluvia caía a cántaros, era extraño hace apenas unos minutos el cielo estaba de un hermosos azul despejado que rápidamente se vio invadido por grandes nubes negras y espesas llenas de agua y corriente eléctrica.Los truenos evitaban que Chifuyu escuchrara lo que sucedía en el interior del lugar. Aún a si el sabía que aquella familia ya estaba aquí.
La lluvia aguriaba un buen matrimonio decían.
Sentado frente a su peinador Chifuyu se observaba con su velo cubriendo su rostro.
Un relámpago junto con un trueno cayó haciendo temblar el lugar, las puerta de su balcón se abrieron de golpe y de estas entro una mujer vestida de blanco. Era hermosa, su cabello se mantenía quieto a pesar del gran viento que entraba.
— Madre.
Yuzuha sonrió y se acercó, y tomó a Chifuyu en sus brazos.
— Cuanto has crecido.
— ¿Qué haces aquí madre?
— Esuche que hoy te uniras en matrimonio, así que he venido a verte y desearte lo mejor.
La deidad sonrió y acaricio la cabeza de Chifuyu.
— Madre puedes detener la guerra.
La mirada de Yuzuha se oscureció. Soltó a su pequeño hijo y camino hasta el balcón, estendio sus brazos y Chifuyu pudo percibir cadenas a su alrededor, estas podrían pasar desapercibidas para el ojo humano.
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INFINITY
Fanfiction- Este amor nunca lo dejare morir. Nadie nos puede tocar, me gustaría verlos intentarlo. Soy un hombre loco por tu toque, creo he perdido el control Voy a hacer que esto dure para siempre. Y no me digas que es imposible, porque te amo hasta el infin...