Las cosas parecían tranquilas. Pero solo eso, Baji pasaba la mayor parte del tiempo en el ala este del palacio, mientras que Chifuyu se refugiaba en el área norte. Encerrado en su habitación. Las pocas veces que salía podía observar como en cada esquina del palacio se encontraba una mesa con un ramo de flores violetas, apesar que afuera estuviera un frío horrible, las flores perduraban. Esto le gustaba le daba color y vida al palacio.
— El encargado de las flores esta haciendo un estupendo trabajo. Espero y se le recompense bien — Chifuyu le hablo a su ama de llaves que en ese momento había ido a su habitación a llevarle la cena. La mujer un poco mayor, le miro un tanto confundida, pero después de un momento se recompuso, alisando las arrugas de su uniforme.
— El amo Baji, se a encargado de traer un ramo de flores fresco todos los días.
Chifuyu volteó a verla incrédulo, pero no había ni una pizca de mentira en su mirada.
— ¿Él sale con este horrible clima?
El clima no solía afectarles a grandes yokais como Baji y él, aun así era más cómodo evitarlo. La ventisca era tan fuerte que casi nos se vislumbraba el camino.
— Así es — contesto la mujer — cada día sale antes de que usted despierte y regresa después de medio día, y nos ordena cambiar las flores.
La imagen de Baji con un ramo de flores, era imposible para Chifuyu aun asi, sucedía, ¿por qué hacía eso?
— ¿Dónde está ahora?
— Esta en la sala del ala este. No a salido de ahí desde que regreso.
— Gracias, por todo, puedes retirarte.
La mujer realizó un reverencia y se marchó. Chifuyu espero uno momentos hasta que la mujer se haya alejado bastante, para salir de su habitación.
Los pasillos estaban en silencio, y sólo eran iluminados por unas cuantas velas.
Cuando llegó al lugar dudo un poco de entrar. No se escuchaba ningún ruido. Olvidándose de tocar la puerta paso. Las dos grandes puerta que conducían al patio estaban abiertas de par en par, dejando entrar el frío viento, la gran chimenea que se encontraba del lado izquierdo, aun conservaba unas cuantas brasas encendidas que se negan apagarse. Chifuyu camino hasta las puertas y las cerró, al voltear se encontró con Baji, este estaba recostado en el sofá. Chifuyu lo observó, se veía demasiado tranquilo, su cabello negro se encontraba desparramado por el sofá, al acercarse más pudo notar como la piel del alfa que regularmente era de un tono dorado, ahora era de un color pálido como la luna. Se reclino un poco más y noto como su piel estaba adornada con pequeños copos de nieve. Se preguntaba si Baji sentiría el frío, aun que era imposible. Pero no podía dejarlo así, cubierto por la ligera capa de hielo. Estiró su mano para poder tocar la piel de su rostro, pero su mano fue sujetada por la del alfa. Y no solo eso, en un rápido movimiento Baji arrojo al suelo a Chifuyu, atrapandolo con su cuerpo encima de él, su otra mano apretando ligeramente el cuello. Los ojos de Chifuyu soltaron un destello, que retiro todo el sueño y lo volvió consiente de lo que hacía. Aún así Baji no lo solto. Ahora el agarre en el cuello del omega se había convirtiendo en un ligero toque. La piel de Baji era cálida apesar de hace uno instantes parecía hecha de hielo.
— No te han dicho que no debes tocar a la gente sin su permiso.
El pecho de Chifuyu subía y baja a una velocidad anormal. Se había alterado.
— Lo siento parecía, que te congelabas — Baji río, y el sonido de su risa retumbó en los oídos del omega, guardándose en su memoria. Fue ligera pero al vez ronca que le hizo estremecer. Sus mejillas acumularon calor y Baji lo noto.
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INFINITY
Fanfiction- Este amor nunca lo dejare morir. Nadie nos puede tocar, me gustaría verlos intentarlo. Soy un hombre loco por tu toque, creo he perdido el control Voy a hacer que esto dure para siempre. Y no me digas que es imposible, porque te amo hasta el infin...