Ha pasado tiempo ya desde lo que aconteció en aquel SkyDome, todo ha cambiado en la vida de Meilin Lee, ya no es una niña inmadura y poco independiente, o al menos eso cree ella.
Tendrá que enfrentar nuevos inconvenientes que no tienen mucho que ver...
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Mr Gao:
Eran aproximadamente las 6 de la tarde, no tenía reloj en ese momento pero el sol ya estaba ocultándose, y la noche se hacía presente en la cuidad, aquellos dos tortolitos enamorados pero tímidos estaban caminando por la calle, como todo buen hombre y caballero que se respeta, el joven señor Jin se dispuso a dejar hasta su casa a su hermosa enamorada.
Mei:
¡¿Mi mamá?!.
Mr Gao:
Si, tu madre jejeje. Después de un ratito, ambos llegaron a la puerta de su casa, y antes de que la joven señora Ming entrara a su casa, se iban a despedir.
— Bueno. . Aquí estamos jaja. — Dijo el joven Jin con timidez. — S-si. . Gracias por tomarte la molestia de acompañarme hasta acá. — Respondió la joven Ming. — Ohh. . No es nada. — Contestó Jin con modestia. — Me gusta estar contigo. — Sonrió con un ligero sonrojo. — Nunca creí. . Conocer a alguien tan lindo y. . . Especial. — Dijo Ming con un gran sonrojo.
Sr Gao:
Ambos estaban muy nerviosos, obviamente buscaban evadir el contacto visual, pero esta vez se percibía algo distinto, sentían que era el momento. . . El momento para un primer y muy dulce momento para cualquier pareja. . . Un beso.
El señor Jin tomo la iniciativa y comenzó a acercarse hacia la señora Ming, que por cierto aún era pelirroja, ella simplemente se dejó llevar y también acercó su rostro al de su amado, lo que ella nunca notó fue que sus orejas de panda aparecieron, cosa que tampoco notó el señor Jin, que encantado había cerrado sus ojos esperando ese primer y romántico beso.
Mei:
OOOOKKKEYYY. . No hay que ser tan específico señor Gao.
Mr Gao:
No seas tímida Mei Mei, estoy seguro que tú también vivirás esto.
Todo este maravilloso momento pareció llegar a un climax hermoso y único en sus vidas, al menos en papel tendría que haber sido así, ya que alguien interrumpió aquel acontecimiento, alguien muy conocido para Ming.
Mei:
¿La abuela?.
Mr Gao:
Si. . Así es. La señora Wu había esperado la llegada de su hija por 20 minutos, quiso asesorarse de que no estuviera fuera, y abrió la puerta de la casa, quedando justo en frente de tus padres Mei Mei.
