Ha pasado tiempo ya desde lo que aconteció en aquel SkyDome, todo ha cambiado en la vida de Meilin Lee, ya no es una niña inmadura y poco independiente, o al menos eso cree ella.
Tendrá que enfrentar nuevos inconvenientes que no tienen mucho que ver...
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Narrador:
Pasó un día completo después del pequeño incidente que tuvo Mei Mei en la escuela, es domingo y Mei Mei aprovechó que este día no habría grabaciones, habían terminado de memorizar las coreografias y el lunes iniciarían con las verdaderas grabaciones, aún así Briana se encargó de subir cada parte de las coreografias para empezar a llamar la atención.
A una semana de la competencia Mei Mei tenía una prioridad, hablar con el Señor Gao. En el ensayo del viernes estuvo muy inestable, el apoyo de sus amigas le permitió dejar de sentir y pensar en el dolor que causaba el Amor Rojo, aunque al momento de transformarse en panda tuvo que soportar el dolor de hacerlo, ocultando a sus amigas esto.
El sábado estuvo más tranquilo, e incluso hasta divertido, pero ella aceptó que tenía un problema con el Amor Rojo, debía buscar ayuda, con la persona indicada. Eso es lo que haría hoy.
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Mei Mei abrió la puerta de su habitación, y se dirigió a la cocina.
— ¡MEI MEI, VEN A DES- — — ¡Buenos días mamá!. — Saludó, la pelirroja. — Amm, ¡Buenos días!. — Saludó su madre. — Despertaste temprano hoy. — — ¡Sip!, Quiero ver al señor Gao, ¿Sabes dónde estará hoy?. — Preguntó la pelirroja. — Bueno. . Cómo es domingo no habrá mucha gente en el templo, supongo que hoy no vendrá al ajedrez. — Explicó Ming. —Entonces lo veré en su casa supongo. — Dijo Mei.
La pelirroja se sentó en el comedor y empezó a desayunar, quería ir lo más temprano posible.
Mientras eso ocurría, el papá de Mei salió de su habitación, tallando sus ojos y bostezando.
— Buenos días. . — Dijo Jin aún algo adormecido. — ¡Hola papá buenos días!. — Saludó la pelirroja, mientras desayunaba. — ¿E-ehh?. — Jin miró a su hija, algo impresionado. — ¿Estás-. . — — Se levantó temprano hoy. — Mencionó Ming, mientras ponía el desayuno de Jin sobre la mesa. — Quiere visitar al señor Gao. — Añadió. — ¿El señor Gao?. — Preguntó Jin, volteando a ver a su hija. — ¿Para qué?. — — Bu-buenoo, he tenido ciertos problemas con el panda últimamente. — Dijo la pelirroja. — ¿Cómo?. — Dijo Jin, algo desconcertado. — ¿Problemas?, ¿Que tipo de problemas?. — Interrogó Ming. — Digamos queeee. . ¿Con el Amor Rojo?. — Dijo Mei, con una sonrisa nerviosa.
