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Narrador:
Cuando el asistente ingresó por completo a la habitación nuevamente, dejó el paso libre para que la otra persona entrara de igual forma. Tardó un poco en hacer ésta acción, por lo que Mei Mei se quedó con la incógnita de saber quién era ese alguien que la había estado buscando.
Una vez que la persona por fin hizo presencia, se dibujó una gran sonrisa en el rostro de la pelirroja.
— Mei, la persona que te estuvo buscando era- — Intentó decir Murphy.
— ¡SEÑOR GAO!. — Interrumpió la pelirroja, corriendo hacia el mayor a abrazarlo.
— Je je. . — El señor Gao correspondió su abrazo sonriente. — Hola pequeña. — Dijo saludando.
— Que gusto verlo señor. . — Comentó Mei con un tono preocupado. — Mi-Mi familia. . ¡No está!, Se llevaron a todos y yo- y yo. . No sé que hacer. . Tengo miedo señor Gao. — Explicó la pelirroja bastante alterada.
— Lo sé Mei Mei, lo sé. — Dijo el señor Gao vagamente.
— Fueron acusados injustamente, y no he sabido nada de ellos desde que se fueron. . No tengo casa ni cosas. . No tengo idea de que hacer. . — Siguió explicando la pelirroja mientras las lágrimas salían de sus ojos.
— Wow wow, tranquila niña. — Exigió Gao, mirando a la joven.
— ¿Que?. . P-pero Señor Gao- —
— Es una situación muy complicada Mei Mei, pero no está todo perdido. — Contestó el Señor Gao. — Hay una solución. — Dijo Gao sonriente.Mei miró a el mayor de todos confundida, ¿Cómo podría haber solución a todo este embrollo?. . Y peor aún, ¿Cómo podría yo ayudar?. Mei era una jovencita aún, toda ésta situación era muy grave y no había tanto que ella pudiera hacer, lo que le generaba frustración, aunque también miedo a correr más riesgos de los que estaba expuesta ya en ese momento.
— ¿S-solucion?. — Preguntó Mei, sin entender.
— Como te había dicho, tu familia está siendo acusada injustamente. — Mencionó Murphy. — Sin embargo, aparte de que el señor Gao se puso en contacto con nosotros por tu búsqueda, también lo hizo para comentarnos de la posible solución que puede sacar a tu familia de este problema. — Explicó el general.
— ¿De verdad?. — Cuestionó Mei mientras giraba su vista de nuevo hacia Gao. — Pero, ¿Que es?. — Preguntó nuevamente.
— Mmmm, creo que es hora de tu última lección Mei Mei. — Dijo el Señor Gao con un rostro más serio. — Tu familia siempre ha sido poseedora del panda rojo desde hace muchas generaciones, muuuuuuchaas generaciones. Nunca tuvieron la necesidad de demostrar que el panda rojo fue un "Regalo" hacia Sun Yee, y tampoco que ella heredó su poder a sus siguientes generaciones. Pero eso no quiere decir que no haya pruebas de ésto. — Explicó el Señor Gao, que tomó asiento debido al cansancio de la edad.
— Pero, ¿Y el rollo que tenía mi mamá en el templo no es prueba suficiente?. — Preguntó Mei.
— Ese rollo es ilustrativo Mei Mei. — Respondió el viejo sonriendo. — Lo dibujaron generaciones posteriores a Sun Yee. — Añadió. — Pero hay un viejo y antiguo documento o escrito. . . Si. . . Un escrito que la misma Sun Yee confío a sus hijos y ellos a sus hijos y así progresivamente se fue pasando por años. — Siguió explicando.
— ¿Un escrito?. — Pensó Mei. — Nunca había escuchado de eso. — Comentó la pelirroja.
— Mmhm-mmhh, ese escrito se confiaba a las personas más arraigadas a las tradiciones familiares, podemos decir que tú abuela fue la última de la familia en arraigar con alma y espíritu dichos significados y tradiciones. En cambio, la señora Ming nunca fue como tú abuela. . . Ella no quería ser perfecta, no quería saber del panda rojo, no quería seguir dichas tradiciones. — Relató el señor Gao. — Claro que con el tiempo ese sentimiento lo fue enterrando y convirtiéndose en una persona distinta, aceptada familiarmente. — Mencionó el viejo.
— Pero, si mi mamá nunca se le fue confiado ese documento. . ¿A mí tampoco se me confiará?. — Cuestionó Mei, con curiosidad.
— Mmm, me temo que puede ser cierto, tu abuela en algún momento pensó en entregártelo a ti, pero aquella hazaña que hiciste el día del ritual en el SkyDome le hizo descartar la idea. — Dijo Gao.
— El señor Gao dijo que ese documento demuestra que los poderes del panda rojo fueron otorgados, y no creados por tu familia. — Explicó Murphy. — Lo cuál desmiente la acusación de la policía de Toronto sobre la creación del Panda Rojo. Esa puede ser la prueba que necesitamos para poder liberar a tu familia. — Añadió con detalle.
— Pero. . ¿Que hay de los daños y desorden que causé con el panda?. — Interrogó Mei.
— Bueno, el gobierno y la Guardia Roja tienen un acuerdo desde lo que aconteció años atrás, los daños correrán por nosotros, y con respecto a las acusaciones por "caos", "pánico" y "destrucción", no tienes porque preocuparte, nosotros estamos llevando ese caso por aparte porque aunque tú familia está acusada de eso, no está involucrada en ese juicio. — Aclaró el general. — Mientras se pueda demostrar que la familia no creó al Panda, estarán libres. —
— ¡¿De verdad?!. — Exclamó Mei con una sonrisa de esperanza.
— Así es pequeña, sin embargo aún tenemos un pequeño problema. Por cuestiones legales, la propiedad de los Lee está. . . ¿Custodiada Legalmente?, No sé si me dé a explicar. Nadie puede ingresar ni a la casa ni al templo en estos momentos. — Expuso Murphy.
— ¿Ni la policía?. — Preguntó el señor Gao.
— He ahí la situación, desde el domingo la policía había solicitado un permiso de revisión en la casa de los Lee, pero no ha sido concedido. Aún así no han dejado de insistir y no dudo que cualquier día de éstos se les acredite el permiso por la insistencia. — Le explicó Murphy al señor Gao. — E-escuchen tengo un plan, ¿Okey?. De alto riesgo, pero ésta puede ser la única oportunidad que tengamos. — Dijo el general.
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Red: Amor Rojo Prohibido (Remasterizado)
FanficHa pasado tiempo ya desde lo que aconteció en aquel SkyDome, todo ha cambiado en la vida de Meilin Lee, ya no es una niña inmadura y poco independiente, o al menos eso cree ella. Tendrá que enfrentar nuevos inconvenientes que no tienen mucho que ver...