Día libre

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Las calles bulliciosas en la ciudad al mediodía eran un momento desagradable para cualquier héroe que buscaba pasar desapercibido en su día de descanso.

En esta ocasión quien merodeaba con ropas informales era Bakugo Katsuki, con una polera negra y unos jeans azul oscuro, cubriendo su cabeza con una cachucha y un cubrebocas al rostro que permitía pasar desapercibido como cualquier civil. Volvía de una tienda de conveniencia con una bolsa de plástico en mano con ingredientes para preparar el almuerzo, mientras que su otro brazo sostenía al pequeño Kazuku hacía su torso.

Al tener el día libre era la oportunidad para que su niñera también descansara los mismos días en que Deku y Dynamight dejaban de ser héroes y se volvían simples padres jóvenes.

Kazuku era un pequeño con apariencia de poco más de un año de edad portando un cachorón con un diseño al traje de héroe de Deku. Hoy en día podía mantener se pie y dar unos cuantos pasos, al igual que poder sostenerse a otros, reconocer personas y entornos que frecuentaba.

En esos momentos comenzó a moverse inquieto al agarre en el pecho contra su padre al estar en un sitio tan abierto como era las calles con muchas personas cruzando a su lado, gimoteó estando al borde del llanto por la ansiedad de ver al sujeto incógnito que lo estaba cargando.

—No empieces a llorar aquí, cálmate —exigió Katsuki agitando un poco su brazo que le sostenía buscando animarlo. Antes la frustración del pequeño que empezó a patalear suspiró hastiado. —Maldición Kazuku, deja el drama, soy yo.

Carraspeó elevando su mano con la bolsa para bajar un poco el cubre bocas oscuro y mostrar el rostro al bebé, el cual al ver que se trataba de Katsuki pudo por fin relajar de su angustia con el supuesto desconocido.

Al percibir al niño más tranquilo retomó su camino ajustando el cubre bocas caminando por las calles, a pesar de que su hijo no sabía expresarse verbalmente aún Katsuki tenía la capacidad para entender que era lo que le irritaba. El bebé era muy nervioso con desconocidos y bastante mimado, no por él, sino por Izuku, la niñera, los abuelos e incluso el propio All Might que pese a estar nervioso conviviendo con él había adaptado un fuerte cariño.

Anduvo por un cruce peatonal llegando hacia una tienda de electrónicos, en el cristal se mostraban muchos aparatos audivisuales, varias pantallas con diferentes canales o películas para mostrar su resolución. Pretendía pasar indiferente siguiendo su camino hasta que una de las televisiones le hizo detener en seco.

Observó detenidamente aquella pantalla que trasmitía en vivo un reportaje de un asalto con rehenes del banco nacional, el sitio estaba rodeado en patrullas y un intento de la policía por negociar en que soltaran los rehenes que eran trabajadores y civiles encerrados en el banco con decenas de hombres armados. Eran los tipos de momentos que a Katsuki le gustaba manejar como héroe, apalear a delincuentes a diestra y siniestra, un poco de infortunio que no estuviera en un día laboral.

El reportero dejó de anunciar al escuchar disparos internos del local, un gran estruendo y segundos después varios hombres desarmados saliendo del banco a rastras por un látigo negro de alguien que había salido primero. Inmediato los policías adentraron asegurando el área tras la indicación de ese héroe.

Katsuki enarcó una sonrisa riendo entre dientes bajo ese cubrebocas.

—Presumido —mencionó abiertamente al ver que se trataba de Deku sometiendo a los asaltantes en lo que oficiales esposaban las manos.

Los alaridos felicitando al héroe fueron con dicha, tras estar los maleantes asegurados muchos reporteros acercaron a Deku con micrófonos y grabadoras en manos. El peliverde sobresaltó pero ante la insistencia retiró la máscara descubriendo su rostro con una afable sonrisa para dar los detalles que tanto demandaba la prensa de como consiguió esa hazaña.

Tengamos un hijo [BkDk MPreg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora