Vientre fértil

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Una zona de la clínica estaba resguardada por cuerpos de policía y detectives de investigación, algunas patrullas ubicadas en el estacionamiento y otras en calles aledañas buscando cualquier indicio.

Las noticias para el resto de personas y pacientes internados estaban a medias, no habían dicho abiertamente lo que sucedió y se procuraba mantener la discreción. La realidad era que personal en el turno nocturno fueron lastimados, entre ellos el médico y enfermera que rondaban la habitación del desaparecido.

Decenas de personas eran interrogadas y vigilando las cámaras de seguridad del exterior, intentaban encontrar algún indicio de quien allanó la habitación, lastimó al personal y se llevó al joven, sin embargo, no encontraban nada. Estaba la posibilidad de que el propio Kazuku fuera el culpable, pero no correlacionó hasta que alguno de los agredidos estuviera en condiciones de responder.

Katsuki fue al hospital tan pronto como fue notificado de lo sucedido, con su profesión al igual que estar tan intervenido en el tema le dejaron acceder con facilidad. Cruzó los pasillos hasta llegar a la habitación que un oficial le dijo, al empujar la puerta se encontró a Toshinori e Izuku hablando con unos detectives.

El semblante de Izuku que se intentó conservar firme todo el tiempo destrozó al ver a Katsuki llegar, inmediato se puso de pie y avanzó hacía él abrazándolo intensamente.

―Kacchan nuestro hijo no está, ¡no está! ―Anunció con la voz quebrada.

Katsuki ya tenía la noticia desde que recibió la llamada hace unas horas, pero aun así fue conmocionante encontrar en ese aspecto deteriorado a su pareja, lucía tan cansado, con visibles ojeras y la comarca de los ojos irritadas por llanto previo. Recordaba que estaba enfermo desde ayer en la mañana y todo esto solo complicó con el estrés.

Nadie más podía percibirlo, pero estaba un agrio aroma en angustia que Katsuki olió desde el pasillo, una sensación amarga que intentaría erradicar a como fuera lugar. Izuku estaba mal y él solo quería eliminar todos sus malestares. Lo apretó con fuerza entre el abrazo, enterrando el rostro en la curvatura del cuello mientras hacía círculos a su espalda con la mano.

―Vamos a encontrarlo, intenta relajarte un poco, que solo así vas a... ¡Oye! ¿Izu? ―Su tono de voz alarmó al sentir como el peso aflojó en su abrazo, por lo que le sostuvo completamente y apreció el rostro inconsciente.

―Ha estado en un mar de nervios y no podíamos calmarlo, por poco me desobedecía e iba a salir a buscar con su malestar ―informó Toshinori acercando para ayudarle con él. ―Es más que obvio con esto, ¿no te parece?

―Sí, se va enojar, pero no debe abordar esta investigación, su condición está pésima ―sentenció agilizando al peliverde al tiempo que le removía unos mechones de la frente. ―Tampoco debe quedarse aquí, solo querrá adelantos y tomar información si no es supervisado.

―¿Vas a tomar el frente con los detectives? ―Preguntó Toshinori sujetando a Izuku, Katsuki arrugó el entrecejo con una maldición salir de los labios.

―Desde luego, pero... mierda, este hedor apenas disminuyó, no quiero dejarlo...

Observó con detenimiento a Izuku, la angustia que desbordaba era tan grande que todavía se transmitía incluso inconsciente.

En otro lugar retirado, no estaba seguro de que había pasado, Kazuku abrió los ojos lentamente adormilado y se encorvó tomando asiento en una colchoneta vieja en un suelo gris.

Se llevó una mano a la cabeza confundido queriendo recordar que pasó, lo último que le llegó a la mente fue que estaba en el examen de admisión a la academia de U.A., miró el aspecto que traía: una pijama de hospital con camisa y pantalón de color azul claro, descalzo y con las vendas en las muñecas.

Tengamos un hijo [BkDk MPreg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora