Si los días previos en los que intentaban evitar sus sentimientos eran interminables, ahora era mucho peor.
Eran tantas sus ansias por terminar con el llamado, que el reloj parecía ponerse en su contra. Las horas no pasaban.
Las miradas echaban fuego cada vez que sus ojos se encontraban, aunque afortunadamente se disimulaba bastante. Venía perfecto para las escenas correspondientes a grabar y era precisamente lo que los directores necesitaban para sus tomas de ese día.
Como si fuera a propósito y con plan de aumentar el deseo que ambos sentían, una de esas escenas era sobre el momento en que Marcia y Esteban volvían a hacer el amor...
— Por favor, no me aplastes la nariz durante el beso. Cuidemos eso para que la escena se vea más limpia. —Decía Aracely, sabiendo de sobra que esa era una de las cosas que no le gustaban al momento de grabar y que siempre le pasaba con sus parejas de ficción.
— Claro, claro... No te preocupes. —Contestó Andrés.
Evidentemente, al momento de la filmación de la escena, a él se le olvidó por completo lo que ella le había pedido.
El moreno simplemente se concentró en saborear esos labios que tan loco lo tenían y sus ganas de sentirse aumentaban con el pasar de las horas.
Ya habían despertado esas ansias que tanto quisieron reprimir y prácticamente corrieron cada uno a su camerino al terminar de grabar, ya que querían estar juntos pero, al mismo tiempo, debían disimular.
[...]
El teléfono de Aracely sonaba en su bolso mientras ella se cambiaba.
El moreno la llamaba algo impaciente porque quería saber en qué quedaría aquello de lo que habían hablado y, sabiendo que se trataba de él, la rubia se apresuró en terminar lo que hacía para poder atenderlo y que éste no pensara nuevamente que lo estaba evitando.
— Hola, Andresito. —Dijo ella, sin poder evitar el tono seductor.
— Hola, hermosa. ¿Ya estás lista?
— Sí, sólo dame 5 minutos. —Respondió guardando todo en su bolso.— Oye, Andy...
— ¿Te arrepentiste? —Preguntó sin más.
Esto la tomó por sorpresa y, por un momento, no supo qué contestar.
¿Se había retractado de aquello que le había pedido?
— ¿Ara? —Insistió el moreno al teléfono.
— ¡No! No, para nada. —Contestó rápidamente.— Es solo que lo estuve pensando y creo que es mejor que nos veamos en mi casa... Mis bebés están con Coquito y Leo en Acapulco hasta que finalicen las grabaciones.
— Sí, claro... O podemos ir a otro lado si quieres, te invitaría a mi casa pero se complica un poco.
Ninguno de los dos había pensado en que los hijos de Andrés y su esposa estaban allí cuando acordaron verse luego del llamado de ese día.
— Sí, lo entiendo... —Dijo, pensando en si era correcto o no lo que estaban haciendo. Las dudas comenzaban a hacer presencia nuevamente.— Si no te molesta, preferiría que nos viéramos en mi casa... Es mejor que no llamemos la atención.
— Absolutamente, tienes razón. Llevaré algo para cenar, ¿te parece?
Una risita aniñada por parte de Aracely lo hizo sonreír.
— Por favor, estoy hambrienta...
— Te veo allí entonces, preciosa.
— Claro, nos vemos. —Y dicho ésto, la rubia cortó la llamada.
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Mi fuerza
Romance¿Qué hubiera pasado si algo inevitable en la vida los hubiera llevado a encontrar una felicidad que no creían posible? AU - ANDRELY.