POV ANDRÉS
Sentí miedo al hacer esa pregunta. No quería que Aracely me dijera que no... Sentía terror de recibir una respuesta negativa de su parte, pero teníamos que hablar de lo que había pasado y ese no era lugar para hacerlo.
Necesitábamos estar a solas y poder conversar sin interrupciones ya que toda la producción seguía allí con otros compañeros que aún debían grabar escenas.
— Umm, sí… Por supuesto. —Me respondió, parecía confundida. ¿En qué habrá estado pensando?— Solo dame un momento que termino de cambiarme y podemos irnos.
Asentí, y cuando ella se fue al pequeño cuarto del cámper, me senté a esperarla mientras se cambiaba.
Me puse a pensar en la incomodidad que me generó el verla abrazada a Alberto y me sentí estúpido. ¿Por qué sentiría celos si sólo somos amigos?
Mi mente volvió nuevamente al beso que nos dimos y a que hace unos minutos, cuando me acerqué a ella, sentí otra vez esas enormes ganas de probar sus suaves labios.
Tenía que encontrar la forma de alejar esos pensamientos de mi cabeza.
La cercanía que teníamos Aracely y yo podía dar lugar a confusiones, ya había sucedido una vez.
Y no, no significaba que no me gustara. Al contrario, estaba comenzando a sentir algo muy fuerte por ella, pero no era correcto… Ninguno de los dos estaba en condiciones de pasar por algo así.
Solo esperaba que esto no fuera difícil, no quería perderla ni que las cosas entre nosotros cambiaran.
Quizás me estaba carcomiendo la cabeza y ese beso no significó nada para ella… Quizás solo fue un impulso ocasionado por la proximidad que teníamos en ese momento y la situación tan difícil por la que estaba pasando.
¿Hice mal? Sí, hice mal en haber aceptado esa invitación a besarla, no debí haberlo hecho, pero no pude contenerme a esos tentadores labios. No me bastaba con besarla solamente en las pocas escenas que teníamos juntos, no era lo mismo.
¡Basta! Tenía que parar con esto.
Escuché los tacones de Aracely resonar en el piso y levanté la vista hacia ella.
Estaba hermosa, como siempre. Llevaba unos jeans oscuros con una blusa color turquesa y unas altas sandalias negras, su cabello rubio caía sobre sus hombros en unas bonitas ondas que supuse eran resultado de llevar el cabello trenzado para poder usar la peluca de Marcia.
— ¿Nos vamos? —Preguntó, tomando su bolso.
— Por supuesto, después de ti. —Respondí, luego de acercarme a abrir la puerta para dejarla pasar.
Subimos a mi carro y emprendimos camino hacia el restaurante. Al principio, ella se veía preocupada porque no quería que los medios nos vieran y se creara polémica pero logré tranquilizarla cuando le dije que conocía un buen lugar donde tendríamos privacidad y nadie nos molestaría.
Vi como marcaba el número de su hermano Leonardo para llamarlo y comentarle que estaba conmigo y que iríamos a cenar. Le dijo que teníamos que ponernos de acuerdo en ciertas cosas que debíamos hacer en el llamado del día siguiente y que no regresaría muy tarde.
Al llegar al restaurante, pedimos una mesa para dos y fuimos a sentarnos.
Estaba inquieto, no sabía cómo comportarme y, por lo que pude notar, ella tampoco.
Nos tomamos un buen momento para escoger nuestra cena y pedimos un delicioso Merlot para acompañar la comida.
— ¿Acaso pretendes que el vino me afecte como a Marcia? —Dijo Aracely, rompiendo el hielo y haciéndome reír. Estaba haciendo referencia a una de las escenas que tendríamos que grabar durante la semana.
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Mi fuerza
Romance¿Qué hubiera pasado si algo inevitable en la vida los hubiera llevado a encontrar una felicidad que no creían posible? AU - ANDRELY.