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estos días fueron bastante difíciles, ir a lo de Romina ver qué cada vez más se iba familiarizado con Walter me partía en mil pedazos, después de aquella noche que pasamos juntas. Era un castigo verla, ella sabía bien todo lo que paso antes de entrar a la casa pero de alguna u otra manera dependía de él.

Estábamos por merendar, Mia hacía su tarea de inglés, yo la estaba ayudando mientras Walter preparaba los mates.

— Gorda ¿Querés que después de que salgas del estudio salgamos a cenar?.

ellos conversaban mientras yo miraba de reojos y a la vez la tarea de Mia, ella estaba exactamente igual que yo.
Romina dudando asintió sin decir nada, al parecer el que tenía la palabra era solo él, ella sabía que si los veían juntos y solos serían un gran problema pero prefirió hacerle caso a el.
Con Mia solo nos miramos y continuamos con la tarea, era imposible estar en ese ambiente donde ambas sabíamos que no era conveniente reaccionar de mala manera, Romina a penas se terminó de arreglar se fue con Walter al estudio, mientras Mia me ayudaba con la cena para las cuatro.

— Para mi es mala idea que mi mamá haga estas cosas.

— Si, lo sé, no podemos hacer nada.

— Lo peor es que yo anoche hablé con ella sobre esto, estamos volviendo a lo de antes.

— Me imagino, yo creo que se va a dar cuenta que no le conviene.

— Si... Pero la verdad es que me trae recuerdos malos.— empieza a llorar.

— ¿Me querés contar?.— le digo mientras me ponia a su altura.

— Pasa que... Es algo que solo mi mamá y yo sabemos...

— No pasa nada, cuando puedas contarlo sabes que estoy para escucharte.— ya me imaginaba las clases de cosas que pasaron.

— Gracias, jaz.— me abrazo.— te juro que hasta prefiero que mi mamá este con vos antes que con el.— me empecé a reír.

— Bueno, no te voy a mentir, a mi también me gustaría.

— ¿Te gusta mi mamá?!.— me dijo abriendo los ojos como plato.

Yo solo me hice la desentendida en forma de broma, era más que obvio que sentía cosas por Romina ¿Quien no las sentiría?
Mientras nosotras cenábamos, me ponía a pensar que estaría haciendo Romina, en donde estará, a dónde la habrá llevado.
Agarre mí celular y empecé a chusmear Twitter, sabía que ahí algo iba a saltar y efectivamente, salieron fotos de Romina con el, por suerte se los veía algo distanciados o eso es lo que ellos querían hacer creer, simplemente bloqueé el celular y respire profundo, tenía tantas ganas de que vuelva a la casa pero al mismo tiempo me preguntaba ¿Y si no vuelven? Aunque era imposible, deberían avisarme, en cuestión de minutos, mientras yo ordenaba la cocina, ellos llegaron.

— No sabes lo rico que se come ahi, Jaz!.— me dice Walter a casi a punto de subir las escaleras.— ya vamos a ir todos.

— Me imagino!.— digo sin levantar la vista.

El subió a la habitación mientras Romina se acercaba a la cocina, se sentó frente mio y comenzó a observarme, podía notar su mirada compactada en las acciones que estaba realizando. En eso siento que se acerca a mi.

— ¿Podemos hablar?.— me preguntó pero yo seguí guardando las cosas.— Jaz...— seguí sin darle importancia, ella me tomo del brazo suavemente que solía hacer.— Jaz.

deje lo que estaba haciendo y levanté la cabeza para mirarla.

— ¿Que paso?.

— ¿Podemos hablar?.

— Estoy ordenando.

— Ahora lo termino de hacer yo, no t...

— eh... Yo me encargo, Walter te debe estar esperando arriba.— agarre las cosas para poder seguir.

— Jaz, dale.— me volvió a detener.

— ¿De que querés hablar?.

— Siento que estas, rara ¿Te pasa algo conmigo?.

— Es evidente, creo.

— ¿Pero que pasa, Jaz?.

— ¿De verdad te importa?.

— Si... No quiero que estemos así, siempre nos supimo entender desde el primer día, no se por qué estas así.

— Romina es complicado, por favor, anda que te debe estar esperando.

— Me parece que me estas dando muchas vueltas al asunto.

— ¿Ah sí?.— volví a lo que estaba haciendo, estaba tratando a toda costa evitar pero se me era imposible teniéndola al lado suplicándole que le diga.

— ¿Que te pasa?!.— dijo exaltada, en eso tire con fuerza los repasadores que estaba doblando.

— ¿De verdad querés saber que me pasa?!.— dije enojada, angustiada y con miedo a como podría reaccionar ella.— Romina ¿No te das cuenta?!.

— ¿De que?!.— se me acerca cada vez más, amabas estábamos exaltadas pero tratábamos de no elevar la voz porque sabíamos que iba a pasar a mayores si lo hacíamos.

— Me gustas.— dije a punto de llorar.— me gustas.— me repetí por lo bajo y me fui lo más rápido que pude al baño, me encerré y me quedé ahí, controlando la respiración y al mismo tiempo maldiciendome por haber dicho la verdad.

Ella se quedo estática, tragaba saliva como si no pudiera, sentí como sus pasos se aproximaban al baño, escuché como tocaba la puerta pero no dije ni una palabra, me quedé una hora u dos en el baño, no podía parar de pensar en lo que había dicho, sumándole todas las cosas que pasaron con Romina y pensando en las que podían pasar, la cabeza se me partía, salí del baño rogando para que Romina no siguiera ahí, pero estaba allí, dormida en el sillón, me acerque solo un poco para verla, las lágrimas recorrían mis mejillas, sabía que iba a ser imposible, si hablo era, ahora sería peor.
Quería abrazarla pero al mismo tiempo detestaba la forma en la que ella también se hacía la indiferente, queriendo que todo esté bien cuando las cosas no lo estaban, simplemente la dejé y me fui a la habitación, Mia ya estaba dormida, así que me recosté en la cama, estaba buscando la forma de poder dormir pero se me hacía imposible, todo se me pasaba por la cabeza, tenía miedo que al otro día Romina ya no quiera ni verme la cara.

agarre el celular, no podía pegar un ojo, me puse a ver mi instagram que hace mucho no lo revisaba, en eso veo una solicitud de una chica la cual me había mandado un dm, antes de aceptarla la empecé a stalkear, solo para ver quién era, tenía destacadas con amigas y en esa estaba Cata, ya me podía imaginar, era una chica que estuvo toda la noche con ella en la bresh aunque yo estaba tan en una con Romina que no vi a nadie más, pensé en si contestar el mensaje o no pero lo hice.

Te vi en la bresh, sos muy linda ¿Te pintaría salir a tomar algo?

Pensé en si decir que no o que si, quizás por el despecho de lo que paso recién iba a decir que si pero después me iba arrepentir, aunque de igual manera ya esta, no puedo esperar a alguien que ni si quiera sabe lo que quiere.

hola! También te vi, me gustaría salir, dale.

Respondí y en como diez minutos me vio el mensaje, al parecer estaba igual que yo, aunque pasaron cinco y no había respuesta, quizás es porque también me hice esperar mucho, bloquee el celular y me quedé mirando al techo, hasta quedarme dormida.

EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora