Capítulo 15

92 14 0
                                    

Capitulo 15: ojos de esperanza

—I'm gonna cry.

Siento que ya no puedo, que estoy perdiendo la cabeza. Hace mucho no tomaba un tabaco entre mis manos, desde que me convertí en soberana de las parcas decidí convertirme en alguien mejor y dejarme de niñerías que podían perjudicar mi labor como deidad. Así que dejé algunos hábitos atrás que me daban mal aspecto; como beber, fumar y apostar por mera diversión. No me sentí vacía ni necesitada en ningún momento, tampoco me sentí diferente o en abstinencia. Jamás me sentí mal ni desee volver a hacer y ser lo que en el pasado, porque estaba satisfecha con la mujer en la que me estaba convirtiendo.

Imagino que Jungkook influyó mucho en ello, pues durante mil años juntos me apoyo bastante, a su manera, y me hizo sentir que era fuerte y podía hacer todo lo que debía sin cansarme nunca. Como una máquina.

La diosa máquina.

Fumar demuestra mi debilidad, beber demuestra que estoy al límite... No estoy avanzando nada, y eso me molesta a un nivel que no pensé que alcanzaría.

Jungkook ¿En dónde diablos estas?

—Tengo la información que necesitamos.

Con un tazón de uvas verdes entre las piernas no me molesto siquiera en mirar al guardián que cruza la puerta. Meto una uva en mi boca y como con lentitud, con la vista perdida en el sillón de enfrente. Meses atrás Shamash estaba sentado ahí acabando con mi paciencia, debí haber aprovechado su visita e insistir más para sacarle la verdad.

—¿A dónde has ido? —Pregunto— Desperté y no estabas en ninguna parte.

Jimin se sienta en frente, acaparando mi visita para después inclinarse y tomar dos uvas. Noto, por las quemaduras sanando en sus brazos, que fue al reino bajo.

—Shao estaba preocupada por ti —me responde con ese tono de reproche—, resulta que Zanki te envió una invitación a Inframundo que no has respondido.

—Ya sé para qué me ha citado, no quiero ir. Son asuntos entre él y Talasea que, comparados con la situación actual, no son graves.

Para mí no es sorprendente, Talasea es igual de problemática que su madre. Y yo, quien la ha criado, se perfectamente bien como se pone cuando se le aflojan las tuercas. Nunca lo admitiría en voz alta, pero Talasea no es precisamente una santa merecedora de devoción.

Es peligrosa, y no hablo de su poder.

Pero también conozco a Zanki, y aunque es incapaz de lastimar a Talasea sabe cómo mantenerla al margen para que no haga tantas locuras... Aunque eso signifique que el lastimado sea él.

A veces lamento que ellos no sean como Jungkook y yo, quienes aprendimos a vivir con lo nuestro, pero supongo que la situación no es favorable para todo aquel en esta condición. Y lo confirmo ahora, que estoy sufriendo debido al hilo que nos une. Pues se que, si no fuera por eso, estaria odiándolo con el alma.

Quién sabe, conociéndome hasta lo habría matado.

—Las personas a veces olvidan que además de vida, también soy muerte —emito un suspiro, Jimin me observa como si me hubiera vuelto loca—. Dime a quien has exprimido.

—Shao visitó hace meses a un grupo de chamanes en lo alto del Everest que le dijeron cosas... Un tanto alarmantes. Pero me tomé el tiempo de interpretar las profecías, y ahora tenemos una pista.

Enarco ambas cejas mientras siento la acidez de la uvas, si Shao que es tan antipática está metiendo sus narices es porque hasta ella siente que las cosas van en picada.

Sunset Memories: The Death |Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora