Sunset Memories: The Death |Jeon Jungkook

Capítulo 11 I

Capítulo 11 parte I: Femme Fatale.

Días antes...

No entendía por qué estaba ahí aun, ni para qué. De hecho, no estaba entendiendo muchas cosas. Me sentía tonto y débil, por primera vez después de tantos años volví a sentirme como una deidad pequeña, como un niño inocente que no entendía el mundo cruel que lo rodeaba ni las razones por las que le tocaban ese tipo de situaciones. No conseguía comprender el porqué del asunto, pues se que Cronos me ha mentido y hay una razón detrás de sus acciones, la razón real por la que decidió meterse en la vida de una hija a la que jamás le prestó atención.

¿Por qué de repente le importaba Venus? Jamás se interesó en ella en lo más mínimo, a él solo le importaba que cumpliera con su rol para no tener que meterse en asuntos de mortales por su cuenta. Jimin dijo claramente una vez que Cronos le había dado a Venus a las parcas para evitar tener contacto con ella, y por eso las parcas se encargaron de guiarla en su infancia y entrenarla bien para convertirse en su soberana. No importaba como hiciera ella las cosas siempre y cuando las hiciera bien.

Venus no rompía las reglas, creaba más leyes para no tener que romper con las que ya había. Y sin embargo la condición de inmortalidad conocida como reencarnación fue reducida para nosotros, y así no tener problema alguno con otras deidades por morir y vivir de nuevo tantas veces.

Venus dejó en claro que ya no habría más vidas para nosotros, pues sabía que el círculo en el que nos había metido para protegernos solo estaba afectando al resto, y les parecía injusto.

Ella era buena en lo que hacía y trataba de ser lo mas justa posible sin intervenir con el ciclo y balance del universo ¿Por qué nuestro matrimonio estaba afectando? Para nosotros todo estaba yendo bien hasta que esa mujer con la calavera pintada en el pecho se pareció una noche mientras yo revisaba solo las escrituras encontradas en un templo Azteca.

Definitivamente me han mentido en la cara, y notarlo al instante me causó más enojo.

Así que me propuse indagar más, pero no obtuve respuestas. Contrario a eso recibí una noticia más impactante en cuanto solicité una reunión con varios originales a la que solo Saturno respondió con un sí.

Grecia y yo aun no asimilamos la verdad que nos une, pero justo en este momento cuando la puerta del gran salón en el reino del Tiempo es abierta, no era tan impactante lo que habíamos descubierto como a quien estamos viendo entrar colgada del brazo del mismísimo Cronos.

Grecia y yo, ambos de cabellos rubios tan claros como la luz, nos miramos rápidamente con el rostro contraído en confusión e incertidumbre. Lo que pronto en mi rostro se convirtió en una expresión de odio, y en el de Grecia una mueca de disgusto.

Cronos tomó la mano de la morena de cabellos castaños y largos, para presentarla ante nosotros. Esta hizo una inclinación mínima que obviamente no correspondí, estaba fijándome en ella, la estaba estudiando.

Piel morena clara, alta, ojos increíblemente oscuros y rostro fino. Su nariz pequeña, su perfil de muñeca de porcelana, y esa mirada tan dura... Estaba igual a como la recordaba, pero al mismo tiempo portaba algo diferente, su aura es diferente, su energía no es igual. Sobre su cabeza un tocado de huesos y cráneos pequeños, enredados entre ramas secas y plumas de colores distintos pero carentes de vida. Mis ojos se detuvieron en los de ella, fijos, y ambos en silencio nos admiramos y desafiamos mutuamente. Dando paso a una guerra personal que no debió de empezar nunca.

Dando paso a la verdadera batalla de los dioses... El comienzo del fin.

Si en algo tenían razón los religiosos eran en que, indiscutiblemente, Yaveh si es el principio y final de todo; el alfa y la omega, el primero y el ultimo.