Sunset Memories: The Death |Jeon Jungkook

Capítulo 07

Capítulo 07: Si Dios ha creado a los humanos a su imágen y semejanza ¿Por qué actúan como el diablo lo haría?

La noche eterna en el inframundo tenía una razón de ser, como todo en el universo; la tranquilidad de los demonios. El cielo oscuro lleno de niebla lograba calmar a los despiadados y perversos hijos de la maldad y la mala fortuna, ver la oscuridad les recordaba con cada segundo que pasaba que, sin importar lo que pensara el resto, la oscuridad era importante para la existencia y armonía del mundo tan misterioso que habitaban. Les daba consuelo y orgullo, aquel cielo nocturno les recordaba que lo estaban haciendo bien y su existencia no era vana mientras los copos de nieve caían y el calor infernal los abrazaba delicadamente.

Pero para Zanki ver el cielo nocturno no era precisamente algo consolador o bueno, de hecho, le resultaba todo lo contrario. Dejó salir un suspiro lastimero, odiaba profundamente asomarse por la ventana de su oficina y ver tanta maldad en un cielo tan neutro, carente de emoción y gracia alguna. Estaba harto de trabajar, de firmar documentos, de resolver los problemas de su pueblo y de ser regañado por la corte constitucional de Pandemónium. Los príncipes y demás demonios de rango no hacían otra cosa que señalar todo lo que hacía, alegando que Adán, su abuelo, nunca haría tales cosas como las que él tiene planeado llevar a cabo.

Estaba cansado de ser comparado con semejante patán, y es que aunque llevara su sangre y hubiera sido un líder digno de ser llamado malvado, era un completo idiota que casi imposibilitó el nacimiento de su amada luz; Talasea.

Con la pluma goteando tinta roja y una navaja extraña que giraba entre sus dedos, Zanki pensó que en algún momento los príncipes intentarían hacer algo en su contra para probarlo y constatar si de verdad era digno de ser llamado el heredero de Adán. No tenía miedo, para nada, pues si algo se sabía es que su gentileza y amabilidad solo eran una pequeña parte del monstruo que en realidad podía ser. La palabra "psicópata" le quedaba corta para lo que era. Zanki era el príncipe más sádico, apuesto, inteligente y poco empático existente en el inframundo y quizás, era la deidad terrenal con más maldad en la cabeza. No sólo eso, también era increíblemente poderoso puesto que, debido a su intelecto, logró comprender magia que Adán no podía entender ni manejar hasta el punto de crear un libro con hechizos y rituales creados por él.

¿Por qué no le confiaban a él la posibilidad de tomar la corona que le pertenecía? Dos cosas; su indiferencia y poco gusto por las responsabilidades y... Su loca, alegre y muy inteligente prometida.

Zanki era una deidad digna de ser llamada malvada, y su novia, Talasea, era digna de ser llamada una psicópata. Ambos se apoyaban mutuamente en sus maquiavélicos actos, mostrándose inocentes ante quienes los querían.

La pareja de villanos más odiada del momento... Pero, eso no tiene porqué ser malo. No lo es mientras sus males no sean mayores, sin embargo eso era algo que solo su familia entendía porque desde el punto de vista de otros, su relación y capacidades eran peligrosas en extremo.

¿Cómo podían estar los príncipes y la corte seguros de que la hija del Ocaso no arruinaría su adorado imperio? Si es que esa mujer representaba todo lo contrario a lo que el inframundo representa. Creían que por ser luz, sonrisas y llevar el sello de una rosa en su piel, aquella muchacha era un bello ángel partidario del bien... Más equivocados no podían estar.

Zanki sabía que eran invencibles, pero le irritaba que el mundo no comprendiera los conceptos de "bien" y "mal" que su novia tenía.

Talasea nació y creció siendo una deidad famosa por sus genes, su incapacidad para controlarse, sus conocimientos sin límites y su amor por la ropa pequeña y ajustada así como también jugarle bromas pesadas a otras criaturas, jugaban un papel muy importante. Aunque no lo parece, la mayoría de los problemas causados que alarmaron a varias otras deidades fueron por culpa de la imprudencia de su novia, pero, como príncipe demonio y futuro rey, echarse la culpa no iba a hacerle ningún daño.