Capítulo 19: sangre de mi sangre.
—¡Hijo de la gran puta! ¡¿Quién te ha dado derecho?! ¡Podría asesinarte!
Zanki está, en pocas palabras, hecho mierda. Obra mía, claro está. Lo que me tiene más enfurecido aún es que no haya hecho nada por defenderse y me haya enfrentado silenciosamente en lugar de huir o algo similar. Cómo si aceptara que todo es verdad aún cuando en el fondo sé que hay algo más.
Porque obviamente hay algo más, no soy estúpido.
Estoy enfurecido. Estoy hasta los huevos de todo este lío. No sé por qué mierda el destino sigue creando a diestra y siniestra, sin razones, por puro juego. Sigue elaborando historias sin un plan, solo las hace porque sí.
La razón por la que nunca he querido llevarme bien con Zanki es porque sé que esos dos no pegan bien estando juntos, y sabía que habría problemas más adelante.Que no soy tonto, crié a Talasea y vi crecer a Zanki. Los conozco como a la palma de mi mano. Sé que son idiotas, que no saben cómo resolver sus problemas. Que arreglan las cosas entre ellos con violencia y amenazas, y que Zanki quiere más a Talasea de lo que ella a él.
Son el tipo de pareja que siempre están en las buenas, pero nunca en las malas.
Si golpeó a Talasea es porque algo debió hacer ella, pero los dioses no somos justos para nada, y no se me olvida que es mi hija y me duele como si me lastimaran a mí. Pues a mí sangre nadie la toca, nadie la deshonra, nadie la hiere ni ofende.
Los únicos que pueden castigarla son sus padres.
Shao está en su forma animal amenazando a Gabriel, el cual por alguna razón cuando llegué estaba encadenado. Sin embargo este logra zafarse después de un buen rato intentando, interponiéndose en mi camino con un empujón y cubriendo el cuerpo lastimado de Zanki con sus grandes alas negras, en el suelo.
—Quítate de encima, Gabriel —escupo.
—No quiero lastimarlo, señor.
—Ni yo a ti, así que apartate.
No lo hace, así que doy dos pasos más y me dirijo al rey oscuro que mantiene los ojos cerrados mientras respira agitado.
—Escúchame bien, maldito infeliz —le gruño—. Cómo me entere de que le has vuelto a tocar un solo cabello a mi hija te voy a descuartizar. Tomaré tu alma y la encerraré en una puta botella para lanzarla con un ancla a las profundidades del valle del Limbo. Nadie te va a encontrar jamás, y tus huesos serán mascados por los mismos jodidos demonios que te lamen los pies todos los días durante la eternidad.
Abre entonces los ojos, sus pupilas tan dilatadas que sus irises verdes se han perdido. Me ve fijamente para después sonreír aún con el labio roto, y niega, niega lentamente exhalando aire.
Definitivamente no hay perdición más precisa que las mujeres de este universo.
—Te han dicho la versión de Talasea, pero no la mía ¿No es así?
Vuelco la mirada, y ahí viene el chisme.
—No me interesa oírla.
—Entonces será mejor que la veas.
Gabriel lo mira con recelo cuando se pone de pie como puede, aún así flaquea y se ve obligado a quedarse de rodillas. Se despoja de la camisa negra de mangas que llevaba, para luego ponerse de espaldas a mi. Ahí están, las marcas de la hoja de una espada manchando su piel arrugada por el calor. Algunas ya están sanando, así que se ve la piel muerta cayéndose y renovando las heridas. Son quemaduras, quemaduras hechas por ya sabemos quién.
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Sunset Memories: The Death |Jeon Jungkook
FantasySEGUNDA PARTE DE «MOONCHILD» segundo libro de la saga Horti's Flowers. Han pasado años desde la problemática en el inframundo. Jungkook y Venus ahora tienen una bonita familia de seres divinos y cumplen con la misión de su existencia juntos. Pero nu...