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Nunca había visto el lugar con tanta gente, todos querían helado hoy. Dios, había comenzado recién el INVIERNO, ¿quién toma helado en esta época? Bueno, yo, estábamos los tres de siempre en la mesa de siempre a la hora de siempre. Alison, Michel y yo, la mesa cuatro, veinte minutos antes de cerrar, nuestro descanso. Aunque técnicamente no era un descanso, es que nunca nadie entraba veinte minutos antes de cerrar.

Alison estaba muy centrada en el informe que tenía que entregar para su clase de mañana, lamía su helado al mismo tiempo que escribía como una loca, tenía las manos rojas de la presión que había ejercido por el uso del lápiz. Michel la miró con el celo fruncido cuando ella se mordió la punta de la lengua.

—Lo bueno del invierno es que el helado no se derrite —dijo él muestras miraba su helado por cada lado.

—Nada más real wey.

—Odio cuando haces ese acento de mexicana.

—Odio cuando te pones tan sincero —ataqué entrecerrando mis ojos a él.

—¡Terminé! —exclamó Aliss lanzando el lápiz a algún lugar.

—Al fin —dijimos los dos a la vez.

—Si, yo también me siento libre —dice—, mi otro trabajo es un fiasco. Sin contar el curso. Quiero volver a estar en la secu —me miró.

—Chicas momento emotivo pero es tarde y tengo que irme a casa —Michel se puso de pie.

Alison cerró el lugar y como siempre le vi irse al lado contrario al mio en la bici de Michel, deben vivir cerca. Caminé hasta la parada de autobús, me estaba estresando, había salido temprano del trabajo hoy y faltaban dos horas para que pasase el autobús.
Así que como buena amiga compré unas donas de chocolate blanco y literalmente corrí al trabajo de Luca. Justo parada frente a la entrada del café normalicé mi respiración, arreglé mi cabello y empujé la puerta haciendo que las campanitas emitieran un sonido y Luca voltease hacia mí sonriendo.

Me quedé quieta en la entrada unos instantes como adaptando mi cuerpo al olor del lugar, olía a café —obviamente—, pero también se mezclaba con los olores de las demás comidas que aquí habían. Alcé mi mano en forma de saludo y caminé hacia él arreglando mis lentes.

—Que raro verte con lentes en invierno, ¿normalmente en esta época no se te empañan?

—Si, pero no me dio tiempo de ponerme las lentillas, casi me saco un ojo de lo apurada que estaba —él sonrió—. Te traje algo.

Extendí la bolsa de donas que a pesar de haberlas escondido detrás de mi cuerpo, estoy segura en algún momento se vieron. Luca tomó la bolsa con una sonrisa mirando en su interior...

—Y de mi chocolate preferido.
Extendió su mano para agarrar una pero la abofeteé a tiempo.

—Nada de distracción en el trabajo Luca Hasll —me dio una mira de desaprobación-, ¿y Kang?

—Fue a hacer una entrega.

—Ah.

Me senté a esperar a Luca hasta que su turno acabase en media hora. Agarré mi teléfono y por supuesto directo a Wattpad, mi única esperanza Casualidad por robo ¿quién se pelea por un aguacate? Ellos, y me encanta. Aunque sinceramente amo mucho al mejor amigo de la chica como para saber si el pro se ha ganado un espacio en mi muro de nombres de personajes favoritos.
Luca comenzó a limpiar las mesas que se quedaban vacías, que guapo es mi mejor amigo Dios lo hiciste perfecto, solo que tonto. La campanita volvió a sonar creí que sería Kang pero Fernanda hizo su aparición estrella aún con el uniforme escolar.

Mi personaje de Wattpad✔️ [libro #1] [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora