Mi personaje de Wattpad✔️ [libro #1] [Completa]

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Estaba frustrada completamente frustrada, ¿dónde carajo iba a averiguar yo quien era la albina esa? Lo único que sabía era su nombre, Marylin y que mamá la conoció. Además de que sabía dónde estaba su tumba, y podía ir a ver su fecha de muerte y nacimiento.

Vi la hora en mi reloj despertador, dos de la mañana, Jay estaba dormida entre mis piernas cruzadas. Maldije interiormente y la quité con cuidado de no despertarla.

Abrí mi armario sintiendo un poco de curiosidad y saqué el libro, lo hojeé, estaba totalmente igual, la dedicatoria y todo lo demás en blanco, lo guardé dentro estresada y me acosté tratando de conciliar le sueño.

A la mañana siguiente había salido muy temprano a correr para despejar, incluso cuando volví Fernanda estaba durmiendo, me di una ducha y dejándole una nota pegada en el refri sobre que fuésemos a gastar dinero en compras volví a salir.

—Estoy en el parque —le dije a Fernanda mediante el móvil— te espero aquí.

Me senté en la banca jugando con mis manos mientras esperaba que Fer llegase. Hubo una notificación en mi celular el por el sonido supe que era de Alex así que lo saqué.

Rojito: Pasé en el bus y creo que te vi sentada en una banca.

Rubita: Pues era yo misma :)

Guardé el móvil, justo luego me quedé mirando un punto fijo o mejor dicho un punto alto, erguido, de cabello negro largo con algunos mechones rosa y aunque no estuviese de frente sabia que también era de ojos azules.
Estaba viendo a Ami, la chica que andaba con Kang, lucía muy bien con ese abrigo color crema y los guantes del mismo color solo que un poco más oscuro.

Su cara de seguro lucía mejor, hice una mueca.

—¡Ehla! —la voz de Fernanda hizo que me girase.

Y juraría que Ami también se giró o tal vez solo fue idea mía. Fernanda se acercó corriendo mientras agarraba con sus dos manos su bolsito para que no le saliese volando por los aires.

—Vamos a comprar lo que sea que tengas que comprar —ella giró los ojos.

—¿No te acuerdas que vinimos a comprar verdad?

—No —sonreí—, la verdad no soy buena para memorizar los nombres de las marcas de tus lápices.

Fer golpeó mi hombro amistosamente, luego enganchó nuestros brazos y me guió a donde ella siempre frecuentaba para comprar sus cosas. Hubo un momento en el que se detuvo en seco y yo la miré nerviosa ¿le pasó algo?

—¿No me debías algo? —me miró.

¿Yo? ¿Le prometí algo y no recuerdo? Ay Dios, me va a matar.

—¿Te debía algo? —dije torpemente.

—Me debías un día de compras así que hoy pagas tú —volvió a girarse felizmente.

¿Qué coño? Me cago en todas la ex de Luca,  yo estaba ahorrando para algo que quisiese. Maldita la hora en la que le dejé esa nota.

—Y no me vengas con esa cara triste de... yo estaba ahorrando para algo —dice— yo se que tú no ahorras.

—Que bien me conoces.