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—Entonces como morí joven y no disfruté, ni conocí muchas cosas sumándole que no recuerdo nada de cuando vivía, o sea que hay muchas cosas que no se entre ellas para qué sirve ese aparato torturador que tienes ahí.

—¿El pop-ip?

El hombre tras el mostrador de la tienda miraba a Alex con la cara de sueño más grande de su vida. Como si el adolescente que tenía delante le estuviese mintiendo. Si él supiese que Alex estaba siendo en estos momentos la persona natural más sincera del mundo.

—Oh Kang —Alex se giró con la mirada iluminada— se llama pop-ip.

—¿Lo quieres o no? —volvió a decir perezosamente el hombre.

Kang lo miraba como teniendo una lucha interior para decidir si cortarle el cuello a Alex —que por cierto no dejaba de mirárselo—, luego decían ellos que el demonio era Kang y el vampiro Alex. Yo tomé la opción de mirar la escena como si fuese lo más ridículo de la vida.

—Dame una de esas armas mutiladoras —dijo al final—, el de negro paga.

Y con todo su orgullo de fantispiro de mierda pasó por nuestros lados con el pop-ip en manos y mirándolo como si con la vista lo fuese a descifrarlo. Cuando volteé hacia Kang el estaba con los puños apretados a sus costados, ejercía presión en ellos con tanta fuerza que sus nudillos estaban totalmente blancos.

—Relájate —le dije poniéndole una mano en el pecho divertida, haciendo que esa palabra sonase como la canción de Vicente Van Coco de ese programa de dibujos que veía en la televisión cuando era niña.

Pasé por su lado casi cayendo por la risa. Lástima que no pude ver su expresión porque no giré. Él tardó unos instantes en volver junto a nosotros dos. Alex miraba el objeto colorido de arriba hacia abajo aún.
Le quité el pop-ip de la mano, vi que intentó arañarme la cara, pero puso una mirada de cachorrito abandonado y lo dejó así. Puse la goma colorida frente a su cara y hundí una de las pequeñas lomitas en el juguete haciendo que el sonido de pop hiciese que Alex comenzara a chillar de la emoción.

Él quitó el pop-ip de mi mano y empezó a hundir las lomitas.

—¿Y qué hace esto? ¿Lanza misiles al otro lado del mundo? —comentó entusiasmado.

Abrí la boca para hablar pero me volvió a interrumpir.

—Oh, oh, ya se, puede que mate gente cuando presionas estas lomitas.
Pobre tal vez debería mentir.

—Solo hace pop —le espetó Kang.
Le fulminé con la mirada, este idiota fantasmonio de mierda le había roto las ilusiones al pobre.

—¿Solo hace pop? —preguntó cómo si no se lo creyese— ¡genial! —dijo emocionado.

Espera ¡¿qué?!

—Eso lo hace menos aburrido, ya es agotador que todas las cosas terminen en caos.

Siguió caminando con su orgullo en alto. Dios al menos no fue dinero gastado en vano. La verdad no se si ya la escena estaba así o lo noté en ese mismo instante, literalmente estaba entre dos muertos.

Estábamos en el supermercado y me hubiese recordado más a aquel día si fuese en el mismo lugar. Kang se fue a hacer la compras por un lado sin decirnos nada, Alex caminaba sin mirar al frente pata tener toda la atención en el pop-ip y yo opté por acercarme a ver la torre de latas de atún que había en el suelo.

Mi personaje de Wattpad✔️ [libro #1] [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora