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—Despierta turroncito.

La almohada chocó contra mi cara en un golpe limpio, pero ni siquiera me importó. Giré sobre la cama quedando boca abajo y poniendo esta sobre mi cabeza para que la luz de las ventanas abiertas no me molestase.

—Anda Ehla —volvió a decir Kang esta vez más serio—, dejate de gilipolleces.

Kang quitó también la almohada de mi cabeza y la manta de sobre mi cuerpo. Bufé rendida ante el suceso y sin más que defender me levanté. Cuando pasé por su lado le di mi más sincera mirada de enemistad.

Fui directa al lavabo para cepillar mis dientes. Tenía el cabello corto en todas direcciones, escupí la pasta dental al mismo tiempo que una notificación en mi móvil sonó. Salí corriendo ya había perdido todo el sueño que tenía mi cuerpo —lo que hace la tecnología—. Era solo una noti del calendario.

—Será veinte y cinco de diciembre en cinco días, genial —digo con aburrimiento— ¡¿Qué?! —me exalté volviendo a mirar la notificación —, ¡pero si ayer era noviembre prácticamente!

—Los días pasan rápido Ehla —dice Kang—, así que anda y termina de prepararte.

Volviendo a mi rutina de cansancio ya que cierto fantasmonio me había despertado a las cinco menos veinte de la mañana, agarré un cepillo para el cabello porque la verdad estaba en deprimidas las causas.

Podía ver a Kang por el espejo poniendo muecas de desesperación. Ni que yo me demorase tanto. Miré la hora antes de agarrar mi abrigo y ¡joder! ya eran las siete con treinta. Pobre Kang.

Como a esta hora Fernanda estaba en su momento de dormir porque la hora normal del desayuno en este pequeño hogar eran las diez u once de la mañana. Así que dejé una nota en la sartén para que la viese cuando fuese a preparar lo que sea que preparase hoy.

Me había puesto los ex-guantes de Kang para el emotivo viaje al hospital que me vio nacer. ¿Dramática? Lo se. Gracias a Dios Kang había decidio usar esa sexy moto de nombre Nany que tiene, porque la verdad verle con casco y protectores de muñeca era genial.

Cuando llegamos al hospital tenía un cosquilleo en las manos muy poco común en mi. No se si eran nervios, pero aún así los ignoré y seguí adelante junto a Kang quien parecía muy tranquilo.

Había una mujer tras un mesón. Dudé un segundo pero vi a Kang acercarse a ella y como perrita faldera correteé hacia el lugar. La mujer nos dió una sonrisa para luego preguntar que deseábamos.

—Bueno mi amiga tiene un problema —dijo Kang señalándome.

¿Amiga? que ironía. Yo soy algo así como tú casi algo. Queremos saber quién fué el doctor que estuvo a cargo de su nacimiento.

—¿Del parto de su madre?

—Exactamente —dije.

—Bueno ¿en que año naciste señorita?

—Nací en el dos mil siete.

La mujer tecleó algo en su computador, la vi vagando con la vista a varios lugares de la pantalla y haciendo clic aquí y allá.

—Dime que día, y tu nombre.

—Trece de Agosto, Ehla García —dice Kang.

Mi personaje de Wattpad✔️ [libro #1] [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora