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Normalmente vamos a una cena con vestidos elegantes, tacones, moños altos, maquilladas como todas unas divas y se supone que regresamos igual a casa. Se supone —noten la indignación en la última oración—. Pero todo lo que pasó fue una odisea, la vida nunca fue de darme cosas normales, mis nietos tendrás muchos motivos para reír cuando escuchen las historias de la abuela.

Todo comenzó el sábado en la tarde.

—¡Ehla y Fer! —Luca gritó desde la sala— ¡Si no os apuráis yo mismo voy a ir a buscaros!

—Deberíamos apurarnos —dije a Fer que me maquillaba—. Kang no tiene paciencia y Luca ya empezó a gritar como gallina con catarro.

—Y tú si sigues hablando no voy a poder terminar con tus labios.

—Alex se va a dormir en el sofá —me quejé.

—Listo, listo —dijo.

Me miré en el espejo para ver que había hecho Fernanda con mi cara. Bueno la verdad quedé boquiabierta. Ella había usado algunos pequeños adornos para mi cabello que obvio iba suelto por lo corto no se podía hacer nada.

Tenía un vestido rojo que llegaba a mis muslos, ajustado y muy fino, mis labios también iban de rojo y aunque yo era muy blanca, no lucia como una luz andante. Lucia... ¿bien..?

Fer por otro lado... estaba usando un vestido rosa claro, su cabello en una cebolla alta con algunos mechones salientes, su maquillaje cálido pero llamativo la hacia lucir bella.

—¿Esta es usted verdaderamente Fernanda Dupont? —digo.

—¿Esta es usted verdaderamente Ehla García? —comienzo a reír.

Ambas agarramos nuestras bolsitas y salimos. Obviamente como me lo esperé Alex estaba casi dormido en el sofá. Vi a Luca abrir la boca como si Fernanda fuese el ángel enviado para él.

—¿Por qué Luca te mira así? —le susurré al oido.

—¿Por qué Kang te mira así?

Instantáneamente me moví para mirar a Kang, tenía los labios levemente separados, y no dejaba de mirarme. Traté de caminar hacia ellos aún mirándole y sin tropezar porque juro si me seguía mirando así me iba a desmayar ahí mismo. Tragué saliva cuando el rompió el contacto visual sonriendo.

—¿Ya nos podemos ir? —se queja Alex.

—Si, ya podemos —dice Fer.

Fuimos en el auto de Kang, Alex iba a su lado, y yo iba atrás con Fernanda y Luca. Tenía la vista fija en la carretera todo el camino, no dejé de mirar a la ciudad como si algo se me estuviese escapando fuera. Al llegar al lugar inmediatamente nos guiaron a la mesa que habíamos reservado. Nos sentamos los cinco, justo en ese momento me detuve a mirar sus ropas. Luca, Kang y Alex llevaban trajes negros.

Es la primera vez que veía a Kang con un traje bien puesto y no con eso que andaba siempre. Miré a mi alrededor, todos con trajes y vestidos presentables. Se veía tan bonito el ambiente. Supiré. Había gastado mi sueldo y ahorros profundos para esta cena que Luca orase a Dios para que todo saliese bien y no hiciera ninguna pendejada.

Bueno lo más barato en todo el bendito menú era el salmón, y como somos pobres pedimos salmón, nos miramos con complicidad y aunque comíamos eso todos los días —practicamente—, nos excusamos con que por otro día no estaría mal.
Los chicos estaban de acuerdo con eso de que hiciéramos un Live. Puse el teléfono en la mesa reposando en un vaso lleno de agua.

Mi personaje de Wattpad✔️ [libro #1] [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora